Khalid bin Sulieman Addadh
Introducción
Al comparar los puntos de vista radicales del Estado Islámico (EI) y de Wilayat al-Faqih, la doctrina de los faqih (juristas) chiitas que gobiernan la política y la economía, se descubren algunas similitudes entre ambas ideologías.
Si bien no son evidentes para el observador ordinario, un estudio más profundo de las dos ideologías revela una teología en común. El presente estudio busca revelar estos factores coincidentes.
El lector podría pensar que comparar las dos ideologías es metodológicamente inapropiado, ya que la comparación no se debería efectuar respecto a dos teorías o dos aplicaciones. Sin embargo, el autor considera que existe una conexión estrecha entre la teoría de Wilayat al-Faqih y las muchas aplicaciones teóricas del EI.
Para evitar errores en la comparación, el estudio midió aplicaciones introspectivas de las teorías de Wilayat al-Faqih, mientras a la vez se tenían en cuenta las fuentes teóricas aplicadas por el EI.
El estudio reveló que la jurisprudencia chiita no se involucró en política durante por lo menos mil años. El verdadero cambio en el pensamiento político chiita se produjo entre 1890 y 1909, cuando los chiitas comenzaron a considerar la posibilidad de experimentar libremente con la política. El cambio empezó con la fatwa de Mirza Hassan Shirazi de 1890, que prohibía fumar en respuesta al compromiso de Nasser al-Din Shah a favor de los británicos, otorgándoles derechos exclusivos para fabricar y comerciar tabaco en Irán. La revolución tinbaki o timbak finalizó con la victoria política de los faqih sobre el Sha. Pocos años más tarde, específicamente en 1906, comenzaron a manifestarse los inicios de otra revolución, dirigida contra la monarquía absoluta, demandando su restricción. Fue denominada la «Revolución Condicional» (N. del T.), y entre las figuras religiosas más importantes que apoyaban este movimiento constitucional se encontraban autoridades religiosas de la gran tradición de su tiempo: Muhammad Kazem al-Khorasani y Muhammad Hussein al-Naini. Fue otro episodio en que los juristas de oposición obtuvieron una victoria abrumadora contra el Sha y sus autoridades religiosas, incluyendo a Muhammad Kazem al-Yazdi.
El Estado Islámico, en opinión del autor, es el resultado (más bien una extensión) de un conjunto de ideas, cuya portada teórico deriva de varias tendencias sunitas, siendo la más importante entre ellas el yihadismo salafista, de donde derivan a su vez las estrategias generales en lo que respecta a movimiento y progreso, y la jurisprudencia de la yihad. El EI proviene también de al-Salafiya al-Elmiya o salafismo académico, con sus varias subdivisiones, fatwas, fundaciones para la educación y educación sobre comportamiento. El EI deriva de las teorías del grupo Takfir wal-Hijra (excomunión y exilio), que define cómo ellos tratan a gente de diferentes religiones y credos. Pero más importante aún, a juicio del autor, es que el EI deriva de al-Hakimiyah (el juicio y la ley de Allah) en la forma en que se impone a sí mismo como el candidato más apto para gobernar antes que el resto de los países islámicos, despreciándolos como infieles ignorantes, y por sobre las otras organizaciones yihadistas que difieren en sus principios y orientación.
La teoría de al-Hakimiyah puede ser considerada un punto en común que combina las diferencias doctrinarias entre los dos bandos del EI y Wilayat al-Faqih, porque al-Hakimiyah dictamina que un grupo selecto de creyentes asuma el gobierno sobre la vida y la religión en nombre de Allah. Al-Hakimiyah significa “Allah es el único digno y el único autorizado para gobernar al mundo”. Al mismo tiempo, Wilayat al-Faqih brinda plena libertad los juristas para regular acerca de asuntos mundanos y religiosos en ausencia de un imam infalible. Wilayat al-Faqih sostiene que los imperativos lógicos así lo requieren, que es lo mismo que el EI intenta imponer en el terreno, incluso por sobre sus contrapartes yihadistas.
Al-Hakimiyah es el lazo que mantiene unida a la teoría política chiita. Llegó de la mano de la Wilayat al-Faqih de Khomeini y de la teoría del imanato o califato sunita. Se trata de un modelo político que comienza desautorizando como infiel al soberano que gobierna sobre la base de constituciones o leyes distintas a las de Allah. Asimismo, también descalifica a quienes rehúsan jurar lealtad al califa como khawarij o intrusos (no islámicos) [2], y culmina con la necesidad de derrotar y matar a todos quienes se oponen al establecimiento del califato.
Si bien al-Hakimiyah surgió esencialmente del pensamiento sunita, cierta circunstancia histórica importante llevó al pensamiento chiita a adoptar esta teoría. Sucedió por intermedio del fundador del grupo Fedayeen al-Islam (fundado en 1945), el chiita Navvab Safavi, quien fue ejecutado en 1956 por intento de asesinato en contra del entonces primer ministro de Irán.
Sin embargo, el autor no cree que Navvab Safavi haya incorporado la teoría sunita de al-Hakimiyah al pensamiento chiita, porque la primera aparición de la teoría en el mundo árabe se produjo con Sayyid Qutb en 1962, en la tercera edición de su libro “A la sombra del Corán” (In the Shade of the Quran), es decir, varios años después de la muerte de Safavi. No obstante, Safavi sirvió de inspiración a los líderes religiosos chiitas más importantes de Irán, como Khomeini, que comenzó su movimiento político después de 1961. A este respecto, no debe olvidarse el profundo interés de Khamenei por traducir la obra de Sayyid Qutb, bajo la influencia de Safavi, quien declaró en Damasco en 1954: “Quien quiera ser un verdadero jaafari debería unirse a las filas de la Hermandad Musulmana”. Ese mismo año conoció a Sayyid Qutb, el líder operativo de la Hermandad Musulmana.
El común denominador más importante entre Wilayat al-Faqih y el EI se encuentra al nivel de su aplicación, con efectos devastadores sobre la población, incluyendo el asesinato de civiles y la diseminación del caos, el terror y el miedo.
He aquí un estudio simple y breve, que examina los aspectos más importantes de las coincidencias teóricas entre Wilayat al-Faqih y el EI, abarcando tres componentes principales de la sharia: imanato, autoridad religiosa y yihad.
La teoría de Wilayat al-Faqih
La teoría de Wilayat al-Faqih fue una reacción a los casi mil años de completo boicot de los “Doce Imames” contra todo lo que estuviese relacionado con el poder. Luego de la “desaparición” del décimo segundo imam Muhammad ibn al-Hasan al-Askari, quien desapareciera en el 329 Ah, los académicos chiitas de mayor antigüedad emitieron una fatwa prohibiendo trabajos políticos, revoluciones y el establecimiento de un Gobierno, sobre la base de la creencia que ello era función del imam ausente. Esto se sumaba a fatwas anteriores que prohibían cooperar con las autoridades, considerándolas usurpadoras de los derechos del imam. Más aún, sus fatwas prohibían la yihad, hacer cumplir las leyes sharia, cobrar dinero zakat, e incluso cumplir con las oraciones en viernes, basándose en la creencia que estas eran tareas que requerían la presencia del imam infalible (la teoría de la espera). Pero dada la prolongada ausencia de Mahdi y la urgente necesidad de abandonar la teoría de la espera, algunos académicos chiitas, basándose en la opinión y lecciones de sus imames, comenzaron a desarrollar argumentos a favor de un jurista diligente, que fuese competente y eficiente para que condujese los asuntos de Estado. Esto dio paso a la denominada “suplencia general de al-Faqih” en representación del imam ausente por el jeque Ahmad bin Mahdi al-Naraki (fallecido en 1829), que más tarde se convertiría en la teoría Wilayat al-Faqih en su forma actual, que fue consolidada bajo Khomeini. En su libro “El regreso de los días”, al-Naraki llamó a los juristas a asumir el poder sobre la nación y era de la opinión que el faqih detentaba los mismos poderes de un imam: el mandato general, poderes religiosos y políticos. [3]
150 años después de la muerte de al-Naraki, la Revolución Islámica en Irán, liderada por Khomeini, representó la primera aplicación práctica de Wilayat al-Faqih. Sin embargo, Khomeini creó la Wilayat al-Faqih fusionándola con la teoría de la suplencia general del faqih, una Wilayat al-Faqih absoluta, no una Wilayat general ni una suplencia general. Hizo del Wilayat de los académicos, el mandato del Profeta Mahoma en vida. [4] Por lo tanto, al-Faqih dominó, a través de este mandato, sobre los poderes políticos y religiosos en la República Islámica de Irán, pese a la presencia de un presidente en el país, un Parlamento electo y un Consejo Shura. El al-Wali al-Faqih (jurista gobernante) o Líder Supremo de Irán goza de amplios poderes otorgados por la constitución de ese país. [5]
De esa manera, Khomeini se convirtió en al-Wali al-Faqih, es decir, un delegado del imam infalible. Esto le confirió poder absoluto que le permitió burlar la constitución y la voluntad del pueblo. [6]
En sus últimas modificaciones, la definición de Wilayat al-Faqih se resume en el Artículo 5 de la Constitución de Irán como:
«En ausencia del Imam Mahdi (Quiera Allah que reaparezca nuevamente) el liderazgo y el mandato sobre los asuntos del imanato de la nación de la República Islámica de Irán quedará en manos del justo, piadoso, visionario de los tiempos, un faqih valiente, capaz de llevar adelante y administrar …”.[7]
Teoría del Estado Islámico
Lo que se sabe del EI, o el Estado Islámico de Iraq y el Levante, es que se trata de una organización armada que adopta la ideología de grupos yihadistas salafistas. Esta deriva de la teoría salafista general, que fue claramente cristalizada por Ibn Taymiyyah, luego por Mohammed bin Abdul Wahab. El EI tiene dos objetivos simples: la restauración del califato islámico y el establecimiento de la sharia. Basa su argumentación en autoridades y determinantes religiosos [8], siendo los más importantes los siguientes:
- La herencia jurídica y doctrinaria sunita, en la que abundan numerosas y contradictorias opiniones y doctrinas, de las cuales los yihadistas obtienen su estrategia teórica general. Los juristas islámicos dedicaron largos y especiales escritos a la yihad y a biografías, en las que examinaron hasta los asuntos más pequeños en gran detalle. Los libros de doctrina también trataron temas considerados como puntos de partida para opiniones de línea dura en aspectos que constituyen la ideología de grupos yihadistas, como las secciones separadas sobre nombres y normas, takfir, Al-wala’ wa-l-bara’ (aferrarse a todo lo que complace a Dios, y apartarse y oponerse a todo lo que ofende a Allah, por el bien de Allah), la excusa a la ignorancia, entre otros;
- Los escritos de Ibn Taymiyyah: son la extensión más importante del sistema de opinión islámica, jurídica o doctrinaria, para grupos yihadistas, incluyendo el EI. Esto puede apreciarse en el gran número de declaraciones acerca de las fatwas de Ibn Taymiyyah y de algunos de sus discípulos, y la aplicación y citación de sus dichos;
- La literatura sobre las prédicas de Muhammad bin Abdul Wahab, especialmente en materia de takfir, la excusa a la ignorancia, Al-wala’ wa-l-bara’, entre otros;
- Fatwas contemporáneas, que fueron emitidas específicamente para apoyar la orientación de grupos yihadistas sobre las que se fundó el Estado Islámico. Algunos ejemplos son las fatwas emitidas por algunos sauditas como ser Hammoud al-Uqla Al-Shuaibi y algunos de sus estudiosos, Nasser al-Fahd, Suleiman al-Alwan, Beshr bin Fahd al-Beshr, Abdul Rahman al-Barrak y Abdullah al-Saad, y muchos otros no sauditas, provenientes de Marruecos, Egipto y Pakistán.
No existe grupo militante que adopte la yihad como vía para provocar el cambio que no pase por los filtros y exámenes del salafismo. Así, para ser un yihadista puro, uno debe ser primero un salafista puro, al menos en apariencia. [9] Por lo tanto, todos los grupos yihadistas, incluyendo el EI, tienen una serie de puntos centrales en común, mencionados al inicio de la exposición sobre el EI y su teoría, y que se resumen a continuación [10]:
- Aplicación de la ley islámica;
- Establecimiento de un califato islámico;
- Confrontación a los regímenes autoritarios (tiranías);
- Confrontación a las conspiraciones de Occidente contra el islam y los musulmanes;
- La yihad como medio para cambiar la deteriorada realidad de los musulmanes.
Al-Hakimiyah como fuente de inspiración para Wilayat-al-Faqih y el EI
Muchos académicos de la sharia objetaban el término al-Hakimiyah, ya que éste no aparece en ningún libro escrito relacionado con los fundamentos de la religión en el pasado. Ni siquiera realizando una búsqueda de toda la literatura política islámica durante los primeros diez siglos, sea relacionados a los gobiernos reales o políticos islamistas, no es posible encontrar un solo libro que mencione ese término. Éste es un concepto moderno, acuñado por Sayyid Qutb cuando traducía y citaba a al-Maududi, que era adoptado por varios fundamentalismos radicales contemporáneos, tanto sunitas como chiitas. [11]
Al-Maududi acuño los términos al-Hakimiyah y al-Jahiliyyah como dos conceptos opuestos; si uno de ellos es alcanzado, el otro se convierte en nulo. Colocó al-Hakimiyah en manos del grupo de creyentes únicamente, tal como son definidos por Sayyid Qutb en su libro “Hitos en el camino” y en su interpretación del Corán “A la sombre del Corán”. [12]
No se requiere mucho esfuerzo para percatarse que Wilayat al-Faqih ha asumido el control sobre los asuntos de la vida y de la religión para establecer un imanato infalible bajo el pretexto de gobernar en nombre del Imam Ausente, con todas sus atribuciones. Lo mismo se aplica al EI, que buscaba controlar los asuntos terrenales y la religión bajo el pretexto de establecer un califato islámico. La diferencia está en que desde su concepción práctica Wilayat al-Faqih ha sido capaz de capturar a un país extenso y rico, y de utilizarlo como punto de partida para ganar seguidores y esferas de influencia, ya sea mediante la polarización o el control, y empleando todas las herramientas de la tentación, el terrorismo y las guerras. Esto es lo que se aprecia en muchos países árabes, africanos y asiáticos. El EI ha seguido el ejemplo al intentar capturar áreas desde donde podría acaparar más territorio, generar más recursos y capacidades para conseguir seguidores del califa. Si bien el EI no afirma abiertamente que su califa es infalible, el califa, desde su punto de vista, es como un hombre infalible con poderes absolutos, haciendo cumplir la ley en nombre de la sharia, y ejecutando todo tipo de terrorismo y guerra, contra musulmanes y no musulmanes.
Aun así, lo que queda claro, son las similitudes entre las dos teorías: su enfoque, orientación, objetivos, medios, herramientas, prácticas y los desastrosos resultados que traen consigo al mundo.
Por tanto, el conflicto de hecho -pese a las diferencias sectarias entre sunitas y chiitas- se halla entre las doctrinas islámicas reconocidas por un lado, y el terrorismo del EI y sus semejantes, o Wilayat al-Faqih, por el otro. [13]
El imanato según ambas teorías
Los chiitas han hecho del imanato un componente supremo en la religión, al plantearlo como un deber de Allah, no de la gente que Él creó. Al-Kulini afirma: “Desde la muerte de Adán, Allah no ha dejado tierra sin un imam que guiase a su gente hacia Allah, y ese imam es la prueba de Allah ante sus siervos”. [14]
En cuanto a los sunitas, el primero en tratar el concepto fue Abu al-Hassan al-Ashari, quien fue el que lo hizo obligatorio para la humanidad, no Allah. [15].
La mejor manifestación del concepto de imanato y de las diferencias entre los dos grupos en torno a éste es el rechazo de Ibn Taymiyyah en su libro “Minhaj as-Sunnah an-Nabawiyyah”, al refutar los argumentos de los chiitas qadiriyah (quienes creen que todos los eventos están predeterminados y son, por lo tanto, inevitables), y de ahí que se negase a incluir al imanato entre las fuentes primarias de la sharia islámica. En lugar de ello, lo consideraba una fuente secundaria, mientras reconocía su importancia para el bien de la gente en su religión y en la vida. Coincidía con el consenso musulmán -tanto sunita como chiita- en cuanto a que imanato era sólo un asunto accesorio [16].
Esto, por supuesto, contrasta con los argumentos de quienes defienden al imanato como pilar fundamental del islam, como Wilayat al-Faqih, Ahl al-Hakimiyah y quienes llaman al establecimiento del califato. Cada uno de estos argumentos enfrenta gran resistencia y oposición de parte de la gente de su propia secta. No es ningún secreto que éste es el tema principal que divide a los musulmanes.
Por consiguiente, afirmar que el tema del imanato es un asunto secundario anula el dictamen de que cualquier soberano que gobierne con cualquier ley distinta a la sharia de Allah es un infiel. Por otro lado, las teorías al-Hakimiyah y al-Jahiliyyah conforman un argumento importante en cuanto al gobierno del faqih chiita sobre asuntos de la umma, tanto en términos de religión como de aspectos terrenales.
Las dos figuras salafistas más importantes, Ibn Baz y al-Albani afirman que el gobernante que no aplica la ley sharia de Allah no es un infiel.
Esta opinión debilita la teoría al-Hakimiyah y sus numerosas aplicaciones prácticas, incluyendo los intentos de tomar el poder por la fuerza, el asesinato de líderes de Estado, descalificándolos como infieles o descalificando a tales Gobiernos como infieles.
Las autoridades religiosas según ambas teorías
Los grupos sunitas y chiitas, ambos activistas extremistas y yihadistas, comparten una similitud: no son grupos de prédica y guía, sino organizaciones militares e instituciones de reclutamiento, basados en la alianza y obediencia de sus miembros. Estos grupos ven a la guía espiritual como un esfuerzo tradicional que debería ser dejado en manos de los tradicionalistas.
En el mundo musulmán sunita no existe una única autoridad religiosa, sino muchas autoridades religiosas y muftis, oficiales o extraoficiales, a quienes los individuos recurren en busca de consejo con absoluta libertad. Seguirles y seguir sus prácticas y opiniones no es una obligación doctrinaria de los sunitas. Esto convierte el espacio religioso sunita en abierto y amplio, donde las diferencias y la diversidad están permitidas, y nuevos rostros y figuras surgen y se desvanecen periódicamente. Las ideas extremistas podrían ganar terreno bajo la forma de organizaciones con literatura y autoridades religiosas propias, o fatwas singulares emitidas por individuos sobre determinadas materias. Sin embargo, históricamente éstos no expresan la opinión de la institución oficial, cuyas posiciones y prácticas corresponden con la orientación del Estado que ellos descalifican como infiel.
Por el contrario, la autoridad religiosa chiita y su tradición representan una creencia, guía y compromiso. Sin embargo, ha permanecido estática, tradicional y conservadora hasta que se activó con Wilayat al-Faqih, que tuvo éxito al dotar de poder a su autoridad y llevando a cabo la revolución cooperando con fuerzas civiles y políticas opuestas al Sha, y más tarde expulsando a esas mismas fuerzas del escenario político. De ahí que el Estado que ha establecido haya llegado a representar esencialmente la autoridad y lealtad religiosas antes que la lealtad terrenal y política.
Mientras que la autoridad de Wilayat al-Faqih para los chiitas es oficial, esencial y popular, en la forma de una organización similar al Estado, la autoridad del emir representa la única autoridad entre las organizaciones radicales sunitas, y tratar con el emir es muy similar a tratar con la autoridad religiosa, tal como lo evidencian los muchos textos jurisprudenciales que exigen obediencia ciega hacia él.
Ambas partes son capaces de expulsar y excluir a sus oponentes y de obtener lo que desean de sus miembros y seguidores. Las organizaciones sunitas rechazan la política y no creen en ella ni en sus componentes, y parecieran atrapadas y encerradas por los estrechos objetivos de la organización, atacando aleatoriamente donde les es posible. Las organizaciones chiitas se han convertido en parte de la estrategia del Estado y de una revolución islámica global, como la Revolución Iraní, con una orientación política expansionista que no rechaza la política sino más bien se aprovecha de ella, y por ello no tiene objetivos especiales, excepto llevar a cabo los intereses del régimen Wali al-Faqih, sus aliados y orientaciones. [17]
La yihad según ambas teorías
En su libro enciclopédico “Yihad y la lucha en la política islámica”, que es una referencia implícita para grupos yihadistas, el Dr. Mohammed Khair Heikal define a la yihad como:
“Luchar por la causa de Allah contra los infieles que no tienen compromiso ni protección, y hacer todo lo relacionado con la lucha como ser llamar a ella, y proporcionar asistencia en su ejecución, una vez se cumplan las condiciones necesarias para legitimar dicha lucha.”
De acuerdo a Heikal, el propósito de la yihad es establecer y proteger a la comunidad islámica, y proteger a los musulmanes contra la agresión. [18]
Esta obra, junto con el libro “Los aspectos esenciales para prepararse [para la yihad]” (al-‘Umda fi I’dad al-‘Udda) por Abdelkader Abdel Aziz, y “Fiqh al-Jihad” por al-Qaradawi, proporcionan los argumentos más importantes de la jurisprudencia sunita a favor de la yihad en varios aspectos del escenario yihadista.
En cuanto a los chiitas, Khomeini creía que el término yihad significaba luchar por la causa de Allah, añadiendo que la yihad en la cultura islámica significaba la pugna del hombre consciente contra el enemigo por la causa de Allah y la reforma de la sociedad. En términos de objetivos, la yihad se divide en: la yihad defensiva contra la agresión armada, la yihad primaria en la llamada del islam, y la yihad contra Ahl al–Baghi (es decir, un grupo que busca dominar a otro grupo sin derecho a ello, o la arrogancia y la injusticia). El objetivo principal de todas las formas de yihad en el Islam es confrontar la opresión, la injusticia y el abuso; quienes mueren luchando por la causa de Allah son llamados mártires. La yihad sobre el campo de batalla o combatiendo a los infieles es llamada la yihad menor, de acuerdo al Profeta Mahoma. Por otro lado, la yihad dentro de uno mismo o el espíritu (la lucha contra los vicios morales) es llamada la yihad mayor, que es mucho más difícil que la yihad menor. [19]
Khomeini diferenciaba entre dos clasificaciones de yihad en el pensamiento chiita:
- La yihad primaria: La yihad por la que los no musulmanes son invitados a adoptar el islam. Conforme la opinión de todos los juristas chiitas, la yihad primaria sólo se lleva a cabo en la era del imam infalible y siguiendo sus órdenes;
- La yihad defensiva (Jihad al-dafa’a): Cuando las fronteras de un país islámico son atacadas por extranjeros o sus derechos son vulnerados, todos (sean hombres o mujeres, jóvenes y ancianos) deben acudir a defenderlos por todos los medios, y este tipo de lucha es llamado yihad defensiva. [20]
Esta es una correspondencia casi perfecta entre la clasificación sunita y la clasificación yihadista de yihad. Los sunitas clasifican la yihad entre Jihad al-Talab (yihad ofensiva), y Jihad al-Dafa’ (yihad defensiva). Para ambos grupos, Jihad al-Talab comienza con el llamado al islam, que los sunitas consideran yihad en términos de recompensa de parte de Allah y de dictamen jurisprudencial, incluso si no implica lucha.
Los chiitas también coinciden con los sunitas en el tema de la yihad mayor, la yihad del espíritu, tal como lo detalla al-Qaradawi en el libro mencionado.
Contrario a la fatwa de Khomeini acerca de la yihad primaria en ausencia del imam infalible, el actual Líder Supremo de la República Islámica de Irán, Ali Khamenei, acepta la posibilidad de llevar a cabo la yihad primaria en esta era: “No es un error afirmar que le está permitido al faqih, que cumple con todos los requisitos, si él cree que es necesario”, añadiendo que esta opinión es la más válida. [21]
Conclusiones
- Wilayat al-Faqih ha sido establecida tras un desarrollo teórico precedido por un estancamiento en el pensamiento chiita en cuanto a involucrarse con los asuntos públicos de la umma (nación);
- Bajo Khomeini, Wilayat al-Faqih transfirió la teoría chiita de Wilayat general a la de Wilayat absoluta, otorgando a al-Faqih todos los poderes detentados por el Profeta Mahoma en vida;
- El EI es la aplicación de una mezcla teórica artificial de varias teorías salafistas, yihadistas y sunitas takfiri, que asumió como su deber el despertar al radicalismo dormido en la jurisprudencia islámica;
- Al-Hakimiya es un candidato a convertirse en el paraguas para la ideología del EI y la aplicación de Wilayat al-Faqih, en virtud del denominador común entre las tres partes, transformando al grupo de creyentes, al-Faqih, o al califa, en el gobernante en nombre de Allah;
- Al-Hakimiya existe solo en presencia de dos partes opuestas: un grupo de creyentes, y los infieles o politeístas. Las perspectivas sobre las que el EI construyó su sistema y su organización sólo existen en presencia de dos partes opuestas: no creyentes y creyentes. En Wilayat al-Faqih, la teoría Al-wala’ wa-l-bara’ promueve el significado común;
- El imanato en ambas teorías es obligatorio, los asuntos terrenales y de la religión no pueden ser correctos hasta que éste se establezca. Sin embargo, bajo la teoría chiita éste es un deber de Allah, toda vez que Él es responsable de nombrar al imam; mientras que la teoría sunita la concibe como un deber mayor, pero aun así sólo es un deber de la creación (la humanidad), punto que fue rechazado por ibn Taymiyyah, quien consideraba al imanato como un asunto menor en la sharia;
- Al-Wali al-Faqih, el emir, y los asuntos de jurisprudencia, hacen del tema de la autoridad religiosa casi idéntico entre ambas corrientes de pensamiento, que incluso derivan sus argumentos de los mismos textos;
- Pese a que los chiitas mantienen inactiva la yihad, su definición y categorización en la teoría de Wilayat al-Faqih es idéntica a la de la jurisprudencia sunita, que ha explicado detalladamente todos los posibles puntos de la yihad.
European Eye on Radicalization procura publicar una diversidad de puntos de vista, y por ello no avala las opiniones expresadas por sus colaboradores. Los puntos de vista expresados en este artículo pertenecen al autor únicamente.
- del T: Algunos autores estiman que por un crucial error de traducción, esto pasó a llamarse en persa “revolución condicional”, cuando el nombre correcto sería “revolución constitucional”. Véase “The Mystery of Contemporary Iran” de Mahnaz Shirali.
Referencias
[1] Barnaby Rogerson, The Heirs of the Prophet Muhammad: And the Roots of the Sunni-Shia Schism, Translated by Dr. Abdul Rahman Abdullah Al-Sheikh, 2015, Egyptian General Book Authority
[2] In reference to the Kharijite doctrine.
[3] Al-Naraki, Ahmed Bin Mahdi, Returns of the Days in Clarifying the Rules of Deducing Rulings, 1st edition, 2000, Beirut, al-Hadi Publishing and Distribution House, 2/86.
[4] Khomeini, Sayyid Ruhollah, Islamic Government, 3rd, p. 49. Khomeini, Grand Ayatollah, Kitab Al Baya’, 1st edition, 1421Ah, Foundation of the Organization and Publication of Imam Khomeini’s books, 2/617 and beyond.
[5] Iran’s 1979 Constitution, which included its amendments until 1989, translated by the International Foundation for Democracy and Elections, p. 3.
[6] Ahmed, Development of the Shiite Political Thought from Shura to Wilayat al- Faqih, 6th edition, 2008, Beirut, Arab Foundation, p. 205.
[7] Iran’s Constitution, Ibid, p. 22.
[8] EI and Militant Groups: Arab and Western Studies by a group of researchers, 1st edition, 2016, Beirut, Nama Center for Research and Studies, p. 83.
[9] Three books are considered among the most important literature on contemporary yihad, which can be reviewed to clarify the Salafist orientation in all yihadist movements in their various walks of life:
- Al-‘Umda fi I’dad al-‘Udda, by Abdelkader Bin Abdul Aziz, 1st edition, 1999, Jordan, Dar al-Bayrak.
- ALjamaa fi talab Alelm Al-sharief, by Abdelkader Abdel Aziz, 2nd , 1415 Ah.
- Al-Faridah al-Gha’iba , Muhammad Abd al-Salam al-Faraj, 1415 Ah.
[10] Ibid, p. 100.
[11] Hani Nassira, The Failure of the «Fundamentalist Promise» from Wilayat al-Faqih to EI, Al-Sharq al-Awsat newspaper, Monday, December 12, 2016.
[12] See the following references, to name but a few:
- The Political Theory of Islam, by al-Maududi
- The approach of the Islamic Coup, by al-Maududi
- Towards the Islamic Constitution, by al-Mududi
- In the Shade of the Quran, by Sayyid Qutb
- Landmarks on the Way, by Mohamed Qutb
- The Ignorance of the Twentieth Century by Muhammad Qutb.
[13] https://shabwaah-press.info/news/33329
[14] Al-Ammari, Abdel Aziz, Arab-Islamic Political Thought, 1st edition, 2015, Beirut, Lebanon, Gadawl, p. 161.
[15] Ibid, p. 337.
[16] Ibn Taymiyyah, Ahmad ibn Abdul Halim, Minhaj as-Sunnah an-Nabawiyyah, Muhammad Rashad Salem, 2nd edition, Riyadh, Imam Mohammed Bin Saud University, 1/75.
[17] The European Centre for Counterterrorism and Intelligence Studies, Al-Sharq al-Awsat newspaper.
[18] Heikal, Dr. Mohammed Khair, Yihad and Fighting in Legitimate Politics, 1993, Beirut, Dar al-Bayrak, 3/1703
[19] Imam Khomeini’s website.
[20] Imam Khomeini’s website.