Este artículo presenta un caso de estudio basado en fuentes judiciales italianas y en una orden de detención prejudicial. [1] El caso en cuestión ha sido de conocimiento público desde hace tiempo, pero en este artículo sólo se utilizarán las iniciales del hombre que está siendo procesado. Se cree que el sospechoso -H.E.M.- es un reclutador yihadista, nacido en Italia en 1995, de padres tunecinos. En 2015, H.E.M. comenzó a ser investigado luego que publicara material online defendiendo al Estado Islámico (EI). Este artículo aborda temas relacionados con el entorno salafista-yihadista, analizados mediante la observación de un pequeño grupo de jóvenes extranjeros durante un periodo de 10 meses.
“Atácalos como ellos te atacan”
El reclutador cita a Abu Muhammad al-Adnani, el último portavoz del Estado Islámico durante el reinado de Abu Baker al-Baghdadi: “atácalos como ellos te atacan”. Ésta es una cita de una parte de la sura al-Baqarah (La Vaca 2:194), que reza:
[Luchando en] el mes sagrado es por [agresiones cometidas en] el mes sagrado, y para [toda] violación hay castigo legal. Por ello, quien te haya atacado, atácale de la misma forma en que te atacó. Y teme a Allah y ten presente que Allah está con quienes Le temen.
H.E.M. también citó el ejemplo de la ocasiónes en que el profeta Mahoma era atacado por politeístas. Con el uso de este ejemplo, H.E.M. intentaba justificar el asesinato de mujeres, niños y ancianos, e incluso de otros musulmanes. Para apoyar todavía más su argumento, H.E.M. justifica luchar contra “ellos” (los infieles) sobre la base del principio de qisas, que significa “represalia”, derivado de la ley islámica.
El orden social debe basarse sobre los mandamientos de Dios
H.E.M. también afirma que los Estados -sean democráticos, comunistas o fascistas- son gobernados por seres humanos y no por Dios. Por lo tanto, de acuerdo a su interpretación, son “Estados infieles”. H.E.M. cree que en un Estado verdaderamente islámico, es Dios quien legisla y mantiene el orden social, no el hombre, y para adherirse a los mandamientos de Dios la gente debe seguir el Corán y la sunna (el ejemplo del profeta).
H.E.M. continúa citando incorrectamente y fuera de contexto la sura al-anfal (El botín de guerra). En este punto utiliza la sura para sugerir que el orden social debe basarse en los mandamientos de Dios. Sin embargo, la sura -revelada tras la Batalla de Badr- aborda específicamente la forma correcta de dividir el botín de guerra y no hace referencia a asuntos generales de orden social.
Vengar el sufrimiento musulmán
H.E.M. prosigue citando a Abu Izzadeen [2], quien ha señalado las muchas injusticias enfrentadas por lo musulmanes y destaca aquellos casos en que musulmanes fueron atacados o procesados por “no-creyentes”. Rememora el tiempo de la sahaba -el periodo de tiempo durante el que los musulmanes eran gobernados por personas cercanas al profeta Mahoma- cuando era inaceptable que se tocara a una mujer musulmana, y la contrasta con la era actual, cuando musulmanes son detenidos, torturados y asesinados en varias partes del mundo.
H.E.M. también recuerda cuando el califa al-Mu’tasim-Bi’llah ordenó a 9.000 soldados ayudar en la liberación de una descendiente del profeta Mahoma, que se encontraba cautiva y era golpeada por los romanos. Durante su cautiverio ella habría proferido: “¡Oh, califa! ¿Dónde estás?” Los soldados rodearon la ciudad cruzada de Amorium durante todo un mes antes de ingresar, matar a todos los soldados romanos y liberar a la mujer. El soldado que había golpeado a la mujer fue decapitado delante de ella como un mensaje de que ninguna musulmana debía ser tocada. El califa entonces dijo a la mujer: “Hermana, ¿he atendido a tu llamada de auxilio?”.
Recordando esta historia, H.E.M. alienta a los musulmanes a vengar cualquier tortura sufrida por una mujer musulmana. Utiliza la analogía para justificar actos violentos, a la vez que saca de contexto una narrativa obtenida de la hadith: si el califa desplegó todo un ejército para salvar a una mujer, deberíamos todos levantarnos para enfrentar a los infieles que están matando hombres y mujeres musulmanes por todo el mundo.
La yihad un elemento fundamental del islam
En algunos países musulmanes, como Marruecos, algunos versos del Corán están censurados y no se enseñan en escuelas islámicas porque podrían incitar el terrorismo yihadista. Los yihadistas-salafistas se oponen a esta medida, pues muchos consideran que la yihad es el sexto pilar del islam. H.E.M. cita a Abu Baara, quien manifestó: “El islam es un equilibrio entre paz y amor, pero es también -hasta cierto punto- guerra.” Se refiere luego a los versos 6 y 7 de la sura al-Baqarah y a los versos 24 y 25 de la sura an-Nur (La luz), que indican que, así como uno ama a Allah y a su mensajero, uno debe odiar a los no creyentes y a los no musulmanes, pues ellos no creen en Allah.
H.E.M. también cita la sura al-Mai’dah (La distribución de la mesa de comida 5:33), que indica que si los musulmanes no combaten a los infieles a través de la yihad, Dios los castigará y no les concederá la salvación en el más allá.
Justificando ataques contra civiles
H.E.M. también indica que algunos eventos del tiempo del profeta Mahoma pueden justificar ataques contra civiles. El Estado Islámico (EI) utilizó este ejemplo para justificar el ataque a un restaurante en Bangladesh el 1 de julio de 2016, que provocó la muerte de 22 personas, incluyendo 9 italianos. Entonces, siguiendo esta lógica, ya que Bangladesh formaba parte de una coalición que combatía al EI, éste debía ser considerado un Estado enemigo y por ende no debería hacerse diferenciación entre su Gobierno y sus ciudadanos.
Otro verso de la sura al-Baqarah (La Vaca 2:178) también expresa el principio de qisas. En este caso H.E.M. utiliza este verso para justificar el ataque contra Bangladesh. Sostiene: “la gente que murió en el restaurante en Bangladesh era parte de las naciones que participaban en una coalición que bombardeaba civiles […] hospitales, niños, mujeres, ancianos […] Así, la sunna no diferencia entre civiles y militares.”[3]
Contrarrestando la agresión de Occidente con la yihad defensiva
H.E.M. también recurre al concepto de yihad defensiva para justificar los ataques terroristas de Paris en noviembre de 2016, que consideró una “defensa contra la agresión de Occidente hacia el islam”. Asimismo, se pronunció en contra de los musulmanes que condenaron el ataque, argumentando que éstos se hallaban “confundidos” por culpa de los medios de comunicación occidentales. Afirma que: “La mayoría de los musulmanes está completamente confundida por obra de los medios de comunicación occidentales. Dos o tres personas de Charlie Hebdo murieron, incluyendo uno que insultó al profeta Mahoma al compararlo con un perro. La sunna ordena -sin lugar a dudas- matar a quienes insulten al Profeta y existe gran cantidad de evidencia de esto. Pese a ello, muchos imames dirigieron salat (oraciones) por Charlie Hebdo.” El reclutador reprocha a la comunidad musulmana por no condenar a Charlie Hebdo por insultos contra el Profeta, y por asistir a funerales por las víctimas.
No se diferencia entre combatientes y civiles
El reclutador explica además que para entender conceptos como la guerra, la gente no debe verlos a través del lente de los medios de comunicación occidentales, sino a través del Corán y de la sunna. Continúa diciendo que bajo el punto de vista occidental existe una distinción clara entre soldados y civiles, pero de acuerdo a la shari’a (ley islámica) no existe distinción entre civiles y soldados porque el Profeta no hacía distinción entre ellos. Afirma que no existe categoría ni en el Corán ni en la sunna que diferencie entre muqatilah (combatiente) y ghayr muqatilah (no combatiente).
En otra lección, el reclutador se refiere a Hukm al-Rad’i, (Teoría de la complicidad), tomada del jurista y teólogo árabe Shams al-Din Abu ʿAbd Allah Muḥammad ibn Abi Bakr, más conocido bajo su alias Ibn al-Qayyim. Ibn al-Qayyim citó algunas historias de las tribus judías de Banu Quraysh, Banu Nadir, Banu Qurayza y Banu Qaynuqa para enfatizar el concepto que el Profeta no hacía distinción entre civiles y soldados, pues todos ellos deben ser castigados indiscriminadamente si ofenden o atacan al islam o incluso a un solo musulmán. Esa teoría es utilizada para culpar a los civiles, pues ellos votan por su propio Gobierno. Por ello -sobre la base del principio de al-Hukm al-Mubashir– cuando una nación inicia una guerra contra musulmanes y los ciudadanos de esa nación aceptan la política de su Gobierno, aunque sea por omisión, ellos acaban siendo tan responsables como su Gobierno. Cita el ejemplo de cuando el Profeta ingresó a La Meca y ordenó a su ejército acabar con toda la tribu quraysh, no matar únicamente a quienes lucharon contra los musulmanes.
Citando la sura An-Nisa (Las Mujeres 4:64 y 106) y At-Tawbah (El arrepentimiento 9:5), H.E.M. se pronuncia sobre el concepto de la piedad en el islam. También se refiere a la historia de Fartana, que era esclava de Abdullah ibn Khatal. Ella fue condenada a muerte porque cantaba canciones que se burlaban del Profeta: No obstante, otro esclavo, que también se burlaba del Profeta, fue absuelto porque se convirtió al islam. El reclutador cita este ejemplo como muestra de que hasta las mujeres merecerían morir si atacan al islam, porque se las consideraría combatientes al igual que cualquier otro hombre. Con esto, el reclutador explica que adoptar el islam es la única vía para ser absuelto.
H.E.M. narra otra historia sobre un prisionero que preguntó al Profeta qué sucedería con su hijo. El Profeta respondió que sería decapitado mientras los presentes estallarían en carcajadas. El reclutador continuó: “Mahoma se volteó hacia el cuerpo decapitado y agradeció a Allah por la oportunidad de ver la maldad en ese hombre y tener el honor de verle morir.”[5]
La yihad a través del combate lleva a cosechar la recompensa en el más allá
H.E.M. discrepa con los expertos islámicos que interpretan que la yihad es una lucha interna, sino que cree que la yihad debería ser interpretada literalmente como un combate. Según sus creencias, yihad an-Nafs (lucha interna) es una invención del “nuevo islam” y de los “falsos profetas” que oscurecen la verdadera yihad. Afirma que según muchos Ahadith, la yihad a través del combate lleva a cosechar mayores recompensas que la yihad an-Nafs. Si alguien combate en defensa de Dios, entonces su recompensa será el jannah (paraíso). Citando la sura At-Tawbah (El arrepentimiento 9:20-22), subraya que en el Día del Juicio, aquellos entre los fieles que hayan luchado serán recompensados -especialmente los mártires- pero quienes no se esforzaron no verán recompensa alguna.
Los musulmanes deberían odiar a los kuffar
El reclutador cita 10 acciones que condujeron a la gente hacia la apostasía, tal como lo predijo originalmente el jeque Muhammad ibn Abd al-Wahhab (el padre del wahabismo). Éstas son:
- Creer en otra entidad además de Allah;
- Crear un intermediario entre el individuo y Allah;
- No reconocer cómo los no creyentes rechazaron a Allah y al Profeta;
- Creer que el profeta Mahoma es menos o tan importante que otros profetas;
- Odiar al Profeta y no aplicar su sunna;
- Burlarse del Profeta;
- Seguir la magia y creer en magos;
- Entrenarse junto con los kuffar (no creyentes) en contra de los musulmanes;
- Convertirse a otra religión;
- No aplicar los fundamentos del islam;
El reclutador prosigue explicando que todo musulmán debe poner en práctica el concepto de al-Walaa Wa-l-Baraa, que significa que cada musulmán debe amar a los otros musulmanes y odiar a los no creyentes. Afirma que: “El odio es parte del islam. La fe se basa sobre el amor a la ley de Allah (shari’a) y el odio a la incredulidad. Los kuffar odian la sharia. Los kuffar describen a los musulmanes como bárbaros, violentos, fanáticos, terroristas y varones chauvinistas primitivos.”[6]
De acuerdo a H.E.M., existen dos grupos de no creyentes: al-kafir al-aslee y murtadd. El primer grupo está compuesto por aquellos que nacen y crecen no creyentes, como los cristianos y los judíos. El segundo grupo es el de musulmanes que abandonan el islam o que desafían los mandatos islámicos.
Los al-kafir al-aslee son:
- “El Pueblo del Libro“, o los cristianos y judíos;
- Mushrikun: aquellos que practican la shirk (se asocian a Dios);
- Ateos y agnósticos que no creen en Dios.
Los murtadd son:
- Jahid: los que niegan;
- Mustahil: quienes legitiman lo incorrecto (desde haram hasta halal);
- Naqigh: aquellos que rechazan la fe.
Entonces, el reclutador cita la sura Al-Mumtahana (Los romanos 30:4-13), que ordena a la gente seguir el ejemplo del profeta Ibrahim a través de ta’assi¸ es decir, imitándole.
Esto implica:
- Copiar lo que hizo Ibrahim;
- Utilizar su metodología;
- Canalizar sus motivaciones.
En el entorno salafista-yihadista, manhaj (método) y aqida (principios) son parte importante del credo, que son utilizados para aplicar creencias religiosas a asuntos contemporáneos y problemas contextuales. Queda a la vez prohibido recurrir a bid’a (innovación) para interpretar cualquier evento contemporáneo contextual. Uno debe referirse a la sunna y al método profético [7], utilizando interpretaciones literales y la implementación de la shari’a.
Conclusiones
En conclusión, el caso de H.E.M. muestra el método del proceso de adoctrinamiento yihadista. El método se compone de tres pilares, que son típicos en el entorno salafista-yihadista:
- La analogía entre el Corán y eventos contemporáneos;
- El Corán fuera de contexto;
- La interpretación de eventos contemporáneos empleando historias antiguas y la
Este caso muestra cuán ignorante es H.E.M. acerca del Libro Sagrado e incluso del islam. Ésta es una característica común entre muchas personas radicalizadas alrededor del mundo, especialmente entre la juventud occidental. Ante un ojo inexperto -como el de los reclutas- las citas del Corán podrían parecer verdaderas y correctas, pero en realidad estas han sido sacadas de contexto e interpretadas incorrectamente. Queda claro que el reclutador no tiene un conocimiento sólido sobre el Libro Sagrado. De hecho, antes de cada lección ad hoc, él mismo construye una narrativa para explicar varios temas utilizando manuales, videos, discursos y sermones del EI con los denominados predicadores del odio. Los conocimientos religiosos de H.E.M. son superficiales y nunca desarrolla algún tipo de pensamiento crítico.
Referencias
[1] Pre-trial detention Order n. 20007/15 issued by the Court of Turin on March 21 2018
[2] Abu Izzadeen, Islam Will Dominate the World, White Chapel, Izharudeen Media.
[3] Interception
[4] Interception
[5] Interception
[6] Interception
[7] Wiktorowicz, Q., Anatomy of the Salafi Movement, Studies in Conflict & Terrorism, 2006
Avino, M. Origini sociali e sviluppi del cosiddetto “terrorismo homegrown”, CeMISS, 2010
European Eye on Radicalization tiene como objetivo publicar una diversidad de perspectivas, y como tal no respalda las opiniones expresadas por los contribuyentes. Las opiniones expresadas en este artículo representan solo al autor.