European Eye on Radicalization
La masacre en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch en Nueva Zelanda terminó con la vida de 49 personas el 14 de marzo pasado. Por la coordinación en los ataques todos los indicios apuntan a actos terroristas de la ultraderecha.
El ataque comenzó apenas después de la 1:30 pm, hora local, en la mezquita Al-Nur en la Avenida Deans, cerca del Parque Hagley. El autor de los disparos, Brenton Tarrant, un ciudadano australiano de 28 años de edad, había publicado sus intenciones en un foro, junto a un vínculo para la transmisión en vivo desde la cámara instalada en su cabeza.
El video de diecisiete minutos muestra a Tarrant que toma un arma del maletero de su auto, camina hacia la Mezquita Al-Nur y comienza a disparar a medida que se acerca a la puerta. Tarrant camina por el edificio disparando a todo lo que se mueve, antes de dar un rodeo y disparar nuevamente a los heridos. Cuarenta y un (41) personas fueron masacradas.
La grabación del video durante el ataque a la Mezquita Al-Nur ha sido ampliamente difundida, pese a los esfuerzos de los empresarios de las redes sociales por suprimirla. Se retiraron todas las cuentas de Twitter, Facebook e Instagram de Tarrant poco después del inicio de los ataques.
La segunda mezquita que sería objeto de ataque está en la en la Avenida Linwood, donde ocho personas fueron asesinadas: siete murieron en el lugar y una más en el hospital. Un “número” no especificado de artefactos explosivos improvisados (IED, por su sigla en inglés) se encontraron debajo del vehículo del asesino y se desactivaron.
Cuarenta y cinco (45) personas fueron tratadas por heridas de bala en hospitales locales.
Pronto se arrestó a Tarrant, al igual que otras tres personas –dos hombres y una mujer. Trascendió que el segundo arresto no estaba relacionado con el atentado y estas personas fueron liberadas poco después. En el vehículo de uno de los sospechosos que habían sido arrestados se hallaron otros artefactos explosivos. Al parecer Tarrant fue el único autor activo de los disparos en estos atentados, pero estos conspiradores brindaron varias formas de apoyo a sus atrocidades. Los auténticos “lobos solitarios” son muy raros.
El equipo de cricket de Bangladesh, que estaba en Nueva Zelanda para un partido de prueba, viajaba en un bus en dirección a la Mezquita de Al-Nur en el momento del tiroteo de Tarrant. Fue llevado de vuelta a su hotel, a salvo pero conmocionado por el incidente. Se suspendió el partido programado para el 16 de marzo y el equipo fue confinado en su hotel hasta que pudo retornar a su país.
Tarrant no había aparecido en ninguna de las listas de vigilancia de terrorismo antes de este atentado. Pero parece probable que este haya sido un acto terrorista. La Primer Ministro de Nueva Zelanda, Jacinda Andern, así lo declaró. “Está claro que este es uno de los días más sombríos de Nueva Zelanda”, señaló Andern. “La persona que cometió este acto en nuestra contra no es [uno de nosotros]. Estos no tienen lugar en Nueva Zelanda.” Tarrant dejó un “manifiesto” de 70 y pico páginas que apuntan a un motivo político para sus asesinatos.
En su divagante panfleto, “The Great Replacement” (el gran reemplazo), Tarrant se identifica como “eco-fascista” y racista “por definición”. Su principal preocupación es que los “invasores” –especialmente los inmigrantes musulmanes– están reemplazando cultural y racialmente a las poblaciones nativas en Occidente. Se refiere a los blancos convertidos al islamismo como “traidores de sangre”. Y reivindica su motivación principal como “anti-islámica”.