European Eye on Radicalization
Las autoridades italianas descubrieron un masivo depósito de armas – incluyendo “26 rifles, 20 bayonetas, 306 partes de rifles [tales como] silenciadores y miras de rifle, así como más de 800 balas” – pertenecientes a militantes neonazis el 15 de julio. Entre las armas descubiertas en posesión de los militantes de extrema derecha estaba un misil aire-aire de la empresa francesa Matra, que había pertenecido a las fuerzas armadas de Catar, lo cual plantea preguntas sobre la responsabilidad de Doha en cuanto al manejo de las armas que se le suministraron y sus prácticas con respecto a venta de armas.
El gobierno Catarí hizo un comunicado a Reuters por medio de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Lolwah al-Khater, indicando que el misil había sido vendido a “otra nación amigable … 25 años atrás”. La Sra. Al-Khater añadió: “El misil Matra Super 530 capturado fue vendido por Catar en el año 1994 en un trato que incluyó 40 misiles Matra Super 530 a una nación amigable que no desea ser nombrada a este punto de la investigación”.
Los expertos tienden a estar de acuerdo en que es improbable que Catar proporcionara el misil directamente a los neonazis. “[El misil] probablemente terminó en el mercado negro donde el grupo logró conseguirlo. Puede ser posible que Catar se deshiciera de ellos al hacer una mejora y es así como terminaron en el mercado,” así lo dijo el Dr. Hassan Elbahtimy del King’s College de London a The National.
Es posible que el misil Catarí se abriera camino a Italia luego de estar en una zona de conflicto, ya sea en la antigua Yugoslavia o en la actual Libia. El por qué alguien compraría un misil sin la capacidad de lanzarlo es un misterio, como lo es el mecanismo de cómo el misil llegó del almacenamiento del estado catarí a los actores no estatales en una de estas zonas de conflicto en primer lugar.
Tal como Kabir Taneja, un investigador asociado de la Observer Research Foundation, mencionó a The National, “el hecho de que [el misil está] viniendo desde Catar, el cual es un estado fuertemente fortificado, plantea más preguntas que respuestas en este momento”. Una de las preguntas clave, tal como el Dr. Elbahtimy describió, es que “uno esperaría que [existieran] existan medidas para disponer de estos sistemas”, y Catar aparentemente no tiene dichas salvaguardias preparadas.
Esta falta de salvaguardias y la inhabilidad de hacer un seguimiento a estas armas sofisticadas, tal como es el caso de los misiles, es preocupante ya que Catar compra grandes cantidades de armamento occidental – y lo ha estado comprando incluso más recientemente como parte de una campaña política para influenciar la opinión occidental a su favor contra el Cuarteto Antiterrorismo (ATQ por sus siglas en inglés), que consiste de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto.
El ATQ comenzó un boicot en Doha en 2017 para tratar de detener su comportamiento desestabilizador en la región, particularmente su apoyo financiero y provisión de armas a grupos extremistas y terroristas. Muchos estados del occidente trataron de permanecer neutrales en esta disputa, e incluso – gracias a la gran presión catarí – se inclinaron al lado de Doha. Con armas catarís cayendo en manos de terroristas en suelo europeo, quizás estos gobiernos occidentales reconsiderarán su postura.