Arif Rafiq, miembro no residente del Middle East Institute en Washington, DC y presidente de Vizier Consulting, LLC.
El 5 de agosto de 2019, India abrogó el Artículo 370 de la constitución, despojando a la porción de Jammu y Cachemira que controla de su autonomía nominal y anexando la región en disputa.
El movimiento fue precedido por del despliegue de decenas de miles de miembros adicionales del personal de seguridad en una región que ya se encuentra fuertemente militarizada, y la imposición de un toque de queda que continúa de forma efectiva tres semanas después.
Dirigiéndose al público indio tres días después del movimiento, el Primer Ministro Narendra Modi dijo que su decisión fue motivada por un deseo de llevar desarrollo a la región e integrarla en India como un todo.
Pero, de manera importante, los cachemiros no pudieron oír sus “buenas noticias”. Un apagón casi completo en las comunicaciones fue impuesto en la región junto con el toque de queda draconiano. La razón para el toque de queda y el apagón es obviamente contener las protestas. Los cachemiros se oponen en gran medida a la anexión de India de su territorio. El sentimiento predominante en Jammu y Cachemira, especialmente en el Valle de Cachemira es la “azaadi” o ser libres del gobierno indio.
Contrario a lo que Modi dijo a principios de este mes, el problema en Cachemira es político, no económico. Cachemira, de hecho, ocupa un rango más alto que la mayoría de los estados indios en cuanto a desarrollo humano. Incluso ocupa un rango más alto que el estado de Gujarat, el cual Modi gobernó por trece años.
Modi está, por supuesto, consciente de esto. Su modo de hablar sobre desarrollo es un ardid, el cual está siendo usado para presentar sus políticas nacionalistas indias de un modo más aceptable a sus partidarios no ideológicos y a la comunidad internacional.
La Ideología Extremista Hindú es la Principal Causante de la Decisión de Modi sobre Cachemira
Es la ideología nacionalista hindú – o Hindutva – a la cual Modi se suscribe, que es la principal causante de su decisión para anexar Cachemira. Durante décadas, grupos que son parte de la red extremista Hindutva conocida como la Sangh Parivar han defendido la anexión de Cachemira. Modi es un miembro de toda la vida de la Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), la principal organización ideológica de la Sangh Parivar. Su partido político, el Bharatiya Janata Party (BJP) es su frente político. El BJP, RSS y otras organizaciones Hindutva pretenden rehacer India de una democracia secular a un “Hindu rashtra” o un estado explícitamente hindú. También sueñan con consolidar el control indio sobre todo el Sur de Asia y establecer la “Akhand Bharat” o la Gran India. Cachemira es parte de la agenda de Sangh de centralización política, hinduización social y legal, así como expansión territorial.
Contundentemente, Modi no solamente revocó la autonomía nominal de Cachemira, sino que también eliminó su condición como estado, poniéndola directamente bajo el control del gobierno central. Podemos ver a Modi intentar movimientos similares en otras regiones de India.
Su decisión sobre Cachemira es parte de una campaña más amplia para eliminar cualquier ley y política que proporcione a los musulmanes una identidad socio-política distinta. El BJP recientemente prohibió el procedimiento instantáneo de divorcio musulmán conocido localmente como “triple talaq”, y los elementos del partido están presionando para tener restricciones sobre: el llamado musulmán a la oración, la provisión de carne halal y subsidios para la peregrinación hajj. En los próximos meses, se pueden mover para construir un templo hindú en el sitio de una mezquita de 400 años destruida por extremistas hindúes.
Desde sus inicios en la década de 1920, las organizaciones Hindutva trataron de equiparar la indianidad con hinduismo. Más recientemente, Subramanian Swamy, un prominente político Hindutva dijo que los musulmanes que se rehusaron a decir que tienen antepasados hindús deberían ser despojados de sus derechos al voto.
Los Problemas Económicos También Son Un Factor
Durante más de una década, Modi ha tratado de presentarse como un reformador económico. Pero cada vez es más claro que su imagen se basó más en un mito que en la realidad. Su imposición de un programa de desmonetización y de un impuesto sobre bienes y servicios ha golpeado duramente a las clases media y baja, reduciendo el consumo y empujando tanto a las industrias manufactureras como a las de servicios financieros hacia la crisis. Las ventas de automóviles y los bienes de consumo rápido están en una fuerte caída. La economía india está perdiendo empleos. Y los observadores independientes ahora cuestionan la credibilidad de los datos oficiales de crecimiento económico de la India.
Al redoblar la política nacionalista hindú, Modi está manteniendo su base feliz, mientras desmantela la estructura secular de la India para crear lo que él llama una “Nueva India”.
Dimensiones Geoestratégicas
La decisión de Modi sobre Cachemira fue motivada en gran medida por la política interna. Como el New York Times deja claro, el plan del gobierno del BJP para anexar Cachemira se puso en marcha el año pasado cuando salió de un gobierno en coalición en el “estado”, preparando el camino para el gobierno del gobernador. Pero el cambiante panorama geopolítico de la región también podría haber sido un factor.
La administración de Trump está interesada en una retirada de Afganistán. Pakistán ha sido fundamental para llevar a los talibanes afganos a la mesa de negociación. Una nueva administración de poder en Kabul probablemente excluirá a los aliados principales de Nueva Delhi. Y la India es el único poder regional que aún no ha participado significativamente en el talibán.
Además, Nueva Delhi teme que si Pakistán ofrece una salida honorable para los Estados Unidos, las relaciones entre Islamabad y Washington mejorarán, reduciendo su capacidad de participar en acciones unilaterales. Así que Modi tomó acción dentro de lo que pudo haber sido una concluyente ventana de oportunidad para cambiar radicalmente el statu quo en Cachemira.
Lo Que Queda Por Delante
Cachemira está destinada a un largo periodo de inestabilidad e incluso violencia. La imposición de India de un toque de queda sobre millones de cachemiros indica que sabe que la población local está en contra de la anexión y se opondrá al movimiento. Es muy probable que Nueva Delhi continúe con su campaña de ingeniería política y guerra psicológica en Cachemira, con la esperanza de apoyar a una nueva generación de políticos que no apoyan ni la independencia ni la autonomía, y castigando tanto a los líderes como a los cachemiros comunes que no se sometan a las nuevas reglas del juego.
Cientos de líderes políticos y otros miles han sido arrestados. Muchas, si no la mayoría de estas personas permanecerán detenidas durante las siguientes semanas. El toque de queda puede llegar a ser un poco más ambiguo, aliviándose durante unos pocos días o semanas y volviéndose estricto nuevamente. Pero los cachemiros saldrán y harán protestas. Y las fuerzas indias intentarán reprimirlos con violencia, lo cual provocará en consecuencia más violencia. El toque de queda será más o menos permanente.
El proceso de diálogo entre India y Pakistán, que fue respaldado por el ejército pakistaní, está sin efecto por el momento. Pakistán no aceptará el intento de la India para convertir la Línea de Control que separa las porciones de Cachemira que controlan en una frontera resguardada.
En este momento, las potencias regionales y mundiales han dado respuestas tibias a la decisión de India de anexar Cachemira. India es un creciente poder económico y muchos, incluyendo a los Estados Unidos, la ven como un baluarte contra la superpotencia emergente, China. Pero las potencias extranjeras eventualmente perderán el lujo de mirar de lejos los esfuerzos de Modi para cambiar radicalmente el panorama en Cachemira y en la India.
Lo que India está atestiguando es una lenta imposición de un estado de emergencia, similar a lo que la Primera Ministra Indira Gandhi impuso en 1975, pero inspirado por el extremismo hindú. Los cachemiros se llevarán la peor parte del autoritarismo de Modi. La campaña para hacer que los musulmanes indios sean ciudadanos de segunda clase ganará impulso. Y Modi probablemente irá después tras las regiones del sur de India, donde tiene menos apoyo.
El asedio de Cachemira indica que el gobierno del hombre fuerte ha llegado a la India. Pero no traerá estabilidad. Es lejano a ello.
European Eye on Radicalization tiene como objetivo publicar una diversidad de perspectivas y por ende no respalda las opiniones expresadas por los colaboradores. Los puntos de vista expresados en este artículo representan solamente al autor.