Sam Mansour, experto en seguridad global
Este es nuestro segundo artículo sobre el problema de Cachemira. Puedes leer el primero, que expresa opiniones opuestas, aquí
La historia del conflicto en Cachemira se remonta a 1947, cuando India y Pakistán libraron su primera guerra en Cachemira que resultó en su división entre ambos países. La disputa fue remitida a la ONU, que emitió una resolución el 13 de agosto de 1948, donde solicitó a ambos países que retiraran sus respectivas fuerzas de Cachemira, y pidió un referéndum «libre y justo» para permitir que el pueblo de Cachemira decida por sí mismo su destino [1].
Sin embargo, la resolución de la ONU nunca se implementó y otra guerra comenzó en la región en 1965. Luego en 1999, lo que se conoció como el “Conflicto de Kargil” estalló entre India y Pakistán, lo que llevó al subcontinente indio al borde de la guerra nuclear. A lo largo de los años, tuvo lugar un sinfín de escaramuzas sobre la Línea de Control en Cachemira.
En este contexto histórico, el movimiento del primer ministro indio Narendra Modi para derogar la autonomía de Cachemira, el único Estado de mayoría musulmana de la India, parece haber provocado una crisis con Pakistán, que considera a Jammu y Cachemira como una parte integral de su territorio. La medida también podría afectar negativamente las relaciones de la India con su propia población musulmana, que ya sufre de prácticas hindúes sectarias.
Este artículo pretende analizar la decisión de Modi, su significado e implicaciones para la estabilidad de la India, especialmente después de que comenzó a implementar medidas de seguridad extremas previendo ataques terroristas que no solo podrían tener lugar en Cachemira sino también en la capital india, Nueva Delhi.
Tiranía populista
El Gobierno indio aprobó una resolución en el Parlamento que derogó el artículo 370, que gobernó la relación entre Cachemira e India durante más de 70 años y le otorgó a Cachemira una autonomía especial desde principios de la década de 1950 para hacer sus propias leyes. El artículo 370 también prohibió a los extranjeros adquirir propiedades y ocupar puestos en el Gobierno estatal de Cachemira. [2] La medida de Modi fue rechazada en el Parlamento indio por los principales partidos de oposición, además de por todos sus miembros musulmanes.
Es importante señalar que la autonomía de Cachemira se otorgó a cambio de unirse a la Unión India después de la independencia en 1947 [3], lo que representa una grave amenaza para la base histórica a través de la cual el rey de Cachemira aceptó unirse al Estado indio en 1948.
La aprobación de la resolución fue acompañada por una gran cantidad de medidas de seguridad sin precedentes. Los teléfonos fijos, los teléfonos móviles e Internet estaban bloqueados.
India también impuso un toque de queda y envió alrededor de 10 mil tropas adicionales a Cachemira, donde ya estaban desplegados más de medio millón de soldados indios [4].
Políticos destacados en Cachemira, administrados por la India, han sido puestos bajo arresto domiciliario, incluido el ex primer ministro de Jammu y Cachemira, Mehbooba Mufti, y Sajjad Lone, presidente de la Conferencia Popular [5].
Ocupación Colonial
La decisión de Modi de poner fin a la autonomía de Cachemira podría interpretarse como un intento de alterar la composición étnica de Cachemira, cuya población se estima en unos 12 millones de habitantes. Entre los artículos derogados sobre la autonomía de Cachemira, hay un artículo que prohíbe a los extranjeros vivir, adquirir propiedades y ocupar puestos en el Gobierno estatal de Cachemira.
Por lo tanto, los indios ahora pueden ir a vivir a Cachemira, lo que podría terminar convirtiendo a los musulmanes en una minoría. Este escenario es plausible dado el hecho de que Cachemira conserva una importancia religiosa para los hindúes. Cada año, desde principios de la década de 1990, aproximadamente 300,000 peregrinos hindúes visitan Cachemira. Esto aumentó después de que el Gobierno nacionalista hindú dirigido por Modi alentara el «turismo de peregrinación» [6].
Por lo tanto, en el cálculo de Modi, su decisión alentará la migración hindú a la región para impedir que Pakistán respalde las demandas de autodeterminación de Cachemira y ponga fin a todos los reclamos de Cachemira a la independencia o al reencuentro con Pakistán [7].
Modi también está tratando de aumentar su popularidad, cortejando a los nacionalistas hindúes, que durante siete décadas han denunciado con vehemencia el Artículo 370 y mantienen una creencia ideológica de que India debería ser un Estado nación único y centralizado [8].
El pasado como prólogo
Las políticas de Modi hacia Cachemira determinaron un marcado contraste con su discurso conciliador hacia los musulmanes después de ser reelegido como primer ministro el 23 de mayo. Además, los datos muestran que durante los cinco años del primer mandato de Modi, los crímenes de odio contra musulmanes se dispararon. Alrededor del 90% de los delitos de odio religioso en la última década han ocurrido desde que Modi llegó al poder [9]. Por lo tanto, las políticas de Modi hacia Cachemira no solo alienarán a los musulmanes de esta región sino también a todos los musulmanes de la India.
La decisión de Modi también podría empoderar a los extremistas hindúes dentro de la India, quienes celebraron la decisión de Modi y dijeron con orgullo «ahora construiremos una nación hindú». La narrativa popular entre los hindúes argumenta que «ahora los musulmanes se volverán hindúes por miedo o se irán a Pakistán, o…» [10]. Esta retórica excluyente amenaza con empoderar a los extremistas dentro de la comunidad musulmana india, especialmente a medida que las atrocidades hindúes contra los musulmanes continúan impunes.
La decisión de la India con respecto a Cachemira también podría provocar una insurgencia contra Nueva Delhi, lo cual no tiene precedentes. Desde 1989 y durante la década de 1990, Jammu y Cachemira fueron testigos de una insurgencia que buscaba la independencia de la India. A pesar de todas las medidas de seguridad que tomó India, y la numerosa presencia militar del ejército indio en Cachemira, no pudo erradicar esta insurgencia.
Esto fue evidente en febrero de 2019, cuando cerca de 44 policías paramilitares indios fueron asesinados en un ataque suicida en Cachemira, lo que provocó una “guerra de palabras” inmediata entre dos naciones con armas nucleares como India y Pakistán. Las autoridades indias dijeron que el atacante suicida implicado en el ataque parecía haber sido un militante local de Cachemira, afiliado al grupo pakistaní, Jaish e-Mohammed, que India califica como una organización terrorista [11]. Nueva Delhi tomó represalias llevando a cabo un ataque aéreo en Balakot, dentro de Pakistán, que India afirmó que era una base utilizada por Jaish-e-Mohamed. Pakistán respondió derribando dos aviones militares indios [12]. India ahora está tratando de intimidar a Pakistán y al pueblo de Cachemira, pero tales medidas solo servirán para intensificar el conflicto y disminuir cualquier esperanza de una paz duradera.
En conclusión, los ataques hindúes contra los musulmanes fuera de Cachemira y la creciente retórica sectaria contra los musulmanes, además del fin de la autonomía de Cachemira, envía un mensaje claro a los musulmanes de India de que ya no se los considera iguales a sus compatriotas hindúes, sino que están relegados a una condición secundaria. Estas políticas enajenan aún más a los musulmanes y los hacen más susceptibles a adoptar opiniones extremistas y a aceptar la intervención extranjera. Todo esto aumenta las tensiones comunales y tiene implicaciones negativas para la estabilidad en el sur de Asia.
European Eye on Radicalization tiene el objetivo de publicar una diversidad de perspectivas, y por ello no se adscribe a las opiniones expresadas por quienes contribuyen con sus artículos. Los puntos de vista expresados en el presente artículo representan únicamente a su autor.
Referencias
[1] A brief history of the Kashmir conflict, The Telegraph, 24 de septiembre de 2001. Disponible en: https://bit.ly/2xpERWz
[2] Removal of Article 370 will bring stability, market access, predictable laws to Kashmir: PM Modi, Business Today, 12 de agosto de 2019. Disponible en: https://bit.ly/2Z0LEln
[3] Rebecca Ratcliffe and Shah Meer Baloch, Kashmir curfew eased in Srinagar but blackout remains, The Guardian, 11 de agosto de 2019. Disponible en: https://bit.ly/31FvlfR
[4] #KashmirBleeds: Conflict Escalates as India Deploys More Troops, Asks Tourists to Leave Occupied Region, Telesur, 4 de agosto de 2019. Disponible en: https://bit.ly/2T67DG9
[5] Rebecca Ratcliffe, Kashmir leaders placed under arrest amid security crackdown, The Guardian, 5 de agosto de 2019 Disponible en: https://bit.ly/2KxIBx1
[6] Alasdair Pal, India boosts Hindu pilgrimage to holy cave in conflict-torn Kashmir, Reuters, 28 de julio de 2019. Disponible en: https://reut.rs/33ABGuv
[7] Modi Moves to Remake Kashmir, Stratfor, 6 de agosto de 2019, Disponible en: https://bit.ly/2TyMxAz
[8] Article 370: Has India pushed Kashmir to a point of no return?, BBC, 13 de agosto de 2019. Disponible en: https://bbc.in/31AJs5U
[9] Rana Ayyub, What a Rising Tide of Violence Against Muslims in India Says About Modi’s Second Term, The Time, 28 de junio de 2019. Disponible en: https://bit.ly/2Mg9KXC
[10] Dibyesh Anand, Kashmir Is a Dress Rehearsal for Hindu Nationalist Fantasies, Foreign Policy, 8 de agosto de 2019. Disponible en: https://bit.ly/2H63pcR
[11] Amy Kazmin, Car bomb kills at least 44 paramilitary police in Kashmir, Financial Times, 15 de febrero de 2019. Disponible en: https://on.ft.com/2N5x5c9
[12] Balakot air strike: Pakistan shows off disputed site on eve of India election, BBC, 10 de abril de 2019. Disponible en: https://bbc.in/2IvYPGF