European Eye on Radicalization
La lucha en Trípoli no solamente es señal de que las milicias alineadas con el GAN (Gobierno de Acuerdo Nacional) están perdiendo la batalla contra el Ejército Nacional Libio liderado por Khalifa Haftar, sino que también indica claramente que la alianza Hermandad Musulmana-Islamista en Libia está perdiendo su control sobre el poder de facciones no islámicas dentro de Libia. Como resultado, la intervención de Ankara en Libia no debe entenderse solamente dentro del ámbito de evitar la liberación de Haftar de Trípoli, sino como el apoyo que se brinda a los islamistas dentro de Libia.
Este artículo trata de explicar la situación de seguridad dentro de Trípoli antes de la actual operación militar de Haftar para liberar Trípoli de las milicias afiliadas al GAN. Posteriormente, se analizará cómo la batalla por Trípoli ha alterado el balance de poder entre las milicias alineadas a islamistas y no islamistas. Finalmente, se analizará el rol de Turquía para alterar este balance de poder por medio de su apoyo a las facciones islamistas.
El Cártel de Trípoli
Antes de que el General Khalifa Haftar declarase su operación militar para arrebatarle el control de Trípoli a la milicia alineada con el GAN, hubo cuatro principales milicias en Trípoli que dominaron la ciudad. Estos cuatro grupos eran: la Intervención Rápida liderada por Abdel Ghani al-Kikli, también conocido como Ghenewa, que previamente luchó junto a la Coalición Amanecer Libio alineada con Al-Qaeda, así como la Brigada Revolucionaria de Trípoli, liderada por Haitham al-Tajuri, quien ha sido nombrado en los reportes de la ONU del 2016 por fraude financiero y violaciones a los derechos humanos1. Su facción está afiliada nominalmente con el Ministerio del Interior del GAN2. Otros grupos incluyen la Brigada al-Nawasi, liderada por la familia Qadour, la cual es mencionada en el reporte de la ONU de 2018 por sus actividades criminales y que también está afiliada vagamente al Ministerio del Interior3. Finalmente están las Fuerzas Especiales de Disuasión RADA, lideradas por Abdulrauf Kara4, la cual es considerada como una corriente Madjalista Salafista que adopta una interpretación extrema del Islam y rechaza la democracia5. Juntas, estas cuatro milicias recibieron el nombre de “El Cártel de Trípoli”.
Políticamente, a la Hermandad Musulmana representada en el Partido Justicia y Construcción (JCP) le fue mal en las elecciones de junio de 2014 para la Cámara de Representantes. Sin embargo, se rehusó a reconocer su derrota en las elecciones y se alineó con Amanecer Libio, una alianza de milicias extremistas que tomó el control de Trípoli militarmente en el verano de 2014. Actualmente, JCP domina al gobierno del GAN, ya que sus miembros y asociados ostentan posiciones de poder en los sectores políticos, económicos y de seguridad6. El JCP también formó una alianza con poderosas milicias en Misurata. No obstante, esta alianza se ha desgastado ya que muchos miembros de la milicia creen que no ganaron mucho de ella, especialmente porque no simpatizan con la ideología de la Hermandad Musulmana7.
Una Alianza de Conveniencia
La dinámica de poder en Trípoli cambió significativamente durante los pasados meses a medida que la influencia y poder de las cuatro mencionadas milicias disminuyeron significativamente. De hecho, la mayoría de las fuerzas provenían de Misurata, Zauiya y Nalut entre otras, comprometiendo más del 70% de la fuerza de combate en general, cuyo número total se estima en alrededor de 5.750 combatientes8.
Vale la pena mencionar que todas estas facciones no tienen mucho en común, con excepción de compartir un enemigo común: El Ejército Nacional Libio. Las distintas facciones alineadas con el GAN han estado peleando entre sí durante los últimos tres años ya que luchan para tener el control sobre la capital, afirmar el control político, apoderarse de territorio y obtener beneficios económicos de los vastos recursos de gas y petróleo de Libia. Los miembros del Cártel de Trípoli se alinearon juntos para expulsar a las milicias de Misurata y otras milicias rivales fuera de Trípoli en mayo de 20179. Incluso la brigada Salah Badi bombardeó a las fuerzas de Ghenewa en Trípoli a finales de 201810.
Sin embargo, después de que el ENL tuviera éxito en imponer un sitio a Trípoli, las milicias de la ciudad sufrieron enormes pérdidas. Debilitadas, buscaron la ayuda de las milicias de Misurata. Tomando en consideración toda esta rivalidad y el poder en deterioro de El Cártel de Trípoli, se podría argumentar que el balance de poder en Trípoli se ha inclinado a favor de las milicias de Misurata. Este desarrollo debilita la influencia de la Hermandad Musulmana y otras facciones terroristas en cualquier posible solución del conflicto en Libia, ya sea que se trate de una solución negociada o una solución impuesta de manera militar.
Alianzas extremistas de Turquía
Las alianzas de Turquía con organizaciones terroristas en Libia y Siria, así como en otros países, están bien documentadas por fuentes confiables en la prensa occidental e incluso en publicaciones académicas. Sin embargo, el evidente uso que hace Turquía de grupos terroristas en el conflicto libio – en un momento en que los Estados Unidos están llevando a cabo operaciones contraterroristas en Libia contra extremistas de ISIS y Al-Qaeda – revela que las opciones de Ankara en Libia son menguantes y que sus aliados de la Hermandad Musulmana están enfrentando amenazas existenciales.
Esto podría atribuirse al hecho de que las milicias que combaten al ENL en Trípoli no están perdiendo la batalla, pero también al hecho de que la Hermandad Musulmana y sus aliados extremistas están perdiendo influencia a medida que crecen las milicias de Misurata. En este contexto, la intervención de Ankara en el conflicto de Libia no solamente pretende evitar que las milicias de Trípoli pierdan la batalla contra el ENL, sino también restaurar el balance de poder entre las facciones extremistas y no extremistas, al enviar combatientes a Libia, los cuales están alineados a la Hermandad Musulmana de Siria, ISIS y Al-Qaeda.
La Relocalización de ISIS
Se tomó la decisión de relocalizar a ISIS de Siria a Libia ya que estos combatientes tienen poco trabajo pendiente en Siria, especialmente después de que la mayoría de las operaciones militares cesaran contra las áreas controladas por los kurdos en Siria, esto debido al acuerdo Putin-Erdogan11. Además, Libia es económicamente importante para Turquía, por consiguiente, invertir en mercenarios yihadistas no valdría la pena en los cálculos de Erdogan.
Usar a ISIS en Siria es difícil debido al rol de dominación que Rusia lleva a cabo allí, así que Erdogan cree que enviarlos a otro campo de batalla es la mejor opción. Además de esto, el tener a ISIS lejos de las fronteras turcas es beneficioso para Ankara. ISIS también ha dejado claro que Libia será su siguiente área de operaciones. En un video de julio de 2019 del líder libio de ISIS, Mahmud Massud al-Baraassi, también conocido como Abu Musab Allibi, dijo que “Libia era ahora uno de los ejes principales para las futuras operaciones de ISIS, lo cual está diseñado así para compensar la pérdida de terreno” en Siria12.
Existen varios indicadores de que Turquía ya ha comenzado a transferir extremistas a Libia. En primer lugar, la embajada de los Estados Unidos en Libia fue alertada del suceso y emitió una declaración el 5 de enero, sosteniendo que el reciente “deterioro del país en cuanto a seguridad enfatiza los peligros de la tóxica interferencia extranjera en Libia, tal como es el caso de la llegada de combatientes sirios que cuentan con el apoyo de Turquía así como el despliegue de mercenarios rusos.”13 En segundo lugar, funcionarios turcos de alto rango confirmaron este despliegue a Reuters. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un ente que se encarga de monitorear la guerra, también reveló que 300 combatientes sirios pro-Turquía habían sido transferidos a Libia y que otros estaban entrenando en los campos turcos14. En tercer lugar, los reportes de combatientes sirios identificados por sus acentos apareciendo en las calles de Trípoli se hicieron virales en las redes sociales. Uno de estos combatientes es Sultan Murad, quien ha estado activo en la guerra siria y está vinculado a la Hermandad Musulmana de Siria15. En cuarto lugar, se observó que las tácticas yihadistas usadas por ISIS y Al-Qaeda en Siria estaban siendo usadas en la batalla por Trípoli a finales de diciembre de 2019, tras la decisión de Ankara de relocalizar a los combatientes sirios a Libia.16
Conclusión
En el análisis final, Libia presenta otro ejemplo de cómo Ankara está utilizando organizaciones terroristas para apoyar a la Hermandad Musulmana en Libia, esto para evitar que pierdan poder y también para asegurar que ellos serán parte de cualquier posible acuerdo, especialmente considerando que la ONU afirma que no existe solución militar para la crisis en Libia.
Referencias
1) UN report for financial fraud and human rights infringements, OPEMAM, March 17, 2017, https://bit.ly/36y7xNK
2) Libya: Civilians Killed in Tripoli Clashes, Human Rights Watch, September 1, 2018, https://bit.ly/2FxXcVY
3) Jason Pack, Kingdom Of Militias: Libya’s Second War of Post-Qadhafi Succession, ISPI, May 2019, (p. 26), https://bit.ly/2N9clkZ .
4) Tripoli Gripped by Fear as Libyan National Army Marches on Capital, Asharq Al-Awsat, April 6, 2019, https://bit.ly/2N6mY84
5) Karim Mezran and Arturo Varvelli, The Arc of Crisis in the Mena Region: Fragmentation, Decentralization, and Islamist Opposition, Milano, Ledizioni LediPublishing, 2018, p. 132.
6) Ibid., p. 128.
7) Ibid., p. 128.
8) Wolfram Lacher, WHO IS FIGHTING WHOM IN TRIPOLI? How the 2019 Civil War is Transforming Libya’s Military Landscape, Small Arms Survey, August 2019, https://bit.ly/30cfKox
9) Wolfram Lacher, Tripoli’s Militia Cartel: How Ill-Conceived Stabilisation Blocks Political Progress, and Risks Renewed War, SWP Comments, no. 20, April 2018, https://bit.ly/2QChKmx
10) Sami Zaptia, Tripoli militia war. A lull in fighting or a permanent ceasefire: Analysis, Libya Herald, September 26, 2018, https://bit.ly/2QxPKk6
11) Sami Moubayed, Turkey sends Syrian mercenaries to fight on its behalf in Libya, Gulf News, January 3, 2020, https://bit.ly/2N5B6OQ
12) Edith M. Lederer, UN report says Libya will be new frontier for Islamic State, The Christian Science Monitor, December 11, 2019, https://bit.ly/2QUt900
13) Tom O’connor, Donald Trump Wants Other Countries More Involved In Middle East, But Russia And Turkey Already Are, Newsweek, January 8, 2020, https://bit.ly/36E0Fy6
14) Orhan Coskun, Turkey mulls sending allied Syrian fighters to Libya –sources, Reuters, December 30, 2019, https://reut.rs/3061ugF
15) Sami Moubayed, Turkey sends Syrian mercenaries to fight on its behalf in Libya, Gulf News, January 3, 2020, https://bit.ly/2N5B6OQ
16) Lamine Ghanmi, Turkey deploys jihadist proxies in Libya amid rush for gas in Mediterranean, The Arab Weekly, January 3, 2020, https://bit.ly/3a26FmG