Daniel Milo, Senior Research Fellow, GLOBSEC Policy Institute, and Irena Bihariova, abogada.
Introducción
En Eslovaquia, en línea con las tendencias de otros países de Europa Central y del Este, el extremismo político es la forma de extremismo predominante y, a la vez, la amenaza más importante desde una perspectiva a largo plazo.
Por razones históricas, el extremismo de derecha siempre ha sido el más acentuado y han imperado varios grupos de derecha en el espectro político extremista. En cuanto al extremismo de izquierda, estuvo presente principalmente en la década de los noventa y está representado por un grupo relativamente pequeño de personas que no tienen un impacto real en la sociedad. De ahí que el presente análisis se concentre en las diversas formas de extremismo de derecha.
De los “cabezas rapadas” marginales al exitoso populismo moderno
El extremismo de derecha (RWE, por su sigla en inglés) tiene una historia relativamente amplia en Eslovaquia, y está actualmente experimentando cambios. Los movimientos del RWE y sus líderes han introducido importantes modificaciones en su imágen, narrativa, actividades y comunicación. Algunas de ellas han ayudado a la extrema derecha a establecerse gradualmente como una corriente política públicamente aceptable y han impulsado a sus representantes a ocupar cargos en el Parlamento.
Entre 1990 y 2008, el extremismo de derecha estuvo más cerca de la subcultura de los “cabezas rapadas” (skinheads, en inglés) que del concepto común de extremismo político. No albergaba ambiciones políticas serias de destrucción del sistema democrático o de participación en la gobernanza estatal. Tampoco estaba organizado en forma de asociaciones o partidos políticos. Su mensaje ideológico estaba basado en el nazismo y sus actores típicos eran skinheads neonazis, centrados principalmente en la promoción de puntos de vista y teorías abiertamente racistas, antisemitas y neonazis (Milo, 2005). Entre sus actividades predominaban los conciertos, así como manifestaciones y actos violentos ocasionales, especialmente dirigidos a la minoría gitana (Roma) y a la juventud alternativa.
Dentro del ámbito extremista se presentaban tanto pequeños como grandes grupos locales, relacionados con redes internacionales como Hammerskins y Blood and Honor (Sangre y Honor), gran parte de los cuales suscribían abierta y directamente a la ideología del Tercer Reich y a teorías sobre la Guerra Santa Racial y el “Gobierno de Ocupación Sionista” (ZOG, por su sigla en inglés). Este periodo se caracterizó por graves actos de violencia, principalmente contra la minoría Roma.
A lo largo de la década pasada, sin embargo, tuvo lugar una importante transformación en la cual la extrema derecha emuló las tendencias emergentes en otras partes de la escena extremista europea. Desde el punto de vista de su imagen, su retórica y sus actividades, ha dejado atrás buena parte las características típicas de los grupos neonazis. Este cambio estuvo relacionado con la gradual transformación de grupos locales e informales en entidades legales que aspiran a participar en la gobernanza política del país.
Un rasgo típico y destacado de los grupos del RWE de hoy es el populismo antisistema y antidemocrático sobre temas que son sensibles en la sociedad eslovaca y que tienen potencial para incrementar la polarización (IVO, 2018). Entre los temas y actividades que han contribuido a su popularidad están la crítica al propio sistema democrático y a las “elites liberales”, manifestaciones públicas y marchas en contra de la “delincuencia gitana” y campañas de desinformación, especialmente sobre temas relacionados con la inmigración, la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Al mismo tiempo, los grupos del RWE se han apropiado de manera exitosa de temas que tradicionalmente pertenecían a movimientos sociales y ecológicos. Así es como se han reinventado a sí mismos como luchadores en favor de la justicia social, como la voz de los pobres y como protectores del patrimonio de Eslovaquia. Estas maniobras han potenciado su atractivo ante los ojos del electorado. De hecho, algunas figuras del RWE son efectivas al dirigirse al público en general, sean sus destinatarios jóvenes o ancianos, e independientemente de su estatus social, económico o su nivel de educación.
El grupo político del RWE más importante es Kotleba – Partido Popular Nuestra Eslovaquia. Se podría decir que es la única entidad política que pudo construir, desde abajo, un movimiento social de base. Esto lo ha convertido en aún más atractivo para la gente joven, ya que utiliza eficientemente las redes sociales, se comunica a través de videos cortos, tiene sus propios “canales alternativos de noticias”, y elude de manera efectiva el rechazo de los medios de comunicación masivos.
Movimientos y entidades extremistas en Eslovaquia
El RWE eslovaco ingresó en la esfera política en 2005, cuando un pequeño grupo, liderado por Marian Kotleba, se registró como partido político utilizando el nombre Unión Eslovaca – Partido Nacional. El partido glorificaba la historia de Eslovaquia durante la guerra, en la cual el país colaboró con la Alemania nazi. Sus miembros usaban uniformes similares a los de la fuerza paramilitar del Estado fascista eslovaco durante la guerra: la Guardia Hlinka.
Pero esta iniciativa no duró mucho. Poco antes de las elecciones parlamentarias de 2006, la Corte Suprema de la República de Eslovaquia disolvió el partido señalando que su programa violaba los derechos y libertades fundamentales.
Sin embargo, los integrantes de su “núcleo duro” no renunciaron a sus ambiciones políticas y, después de tres años, regresaron con una nueva imagen, nuevos temas y, lo que es más importante, un nuevo partido: el Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS, por su sigla en eslovaco).
Desde 2009, este partido político se ha vuelto hegemónico y unificador de la escena del RWE en Eslovaquia. Su líder Marian Kotleba logró un cargo electivo en 2013, cuando pasó a ser Gobernador de la región autónoma de Banska Bystrica. Esta victoria le permitió ganar tanto visibilidad como oportunidades económicas para sus compañeros de partido. Kotleba empleó a varios de sus parientes y miembros de alto rango de su partido en el despacho a su cargo (Transparency International Slovakia, 2015).
Aprovechando su mayor visibilidad y recursos, el LSNS ingresó al Parlamento nacional en 2016. Pese a que las encuestas previas a la elección mostraban un apoyo de entre el 2% y el 3%, el partido finalmente obtuvo 8,04% de los votos y alcanzó 14 escaños en el Parlamento.
Como parlamentarios, su agenda típica consiste en presentar propuestas controvertidas y populistas, tales como promover medidas para estigmatizar a las ONG, normas más estrictas contra el aborto y demás. Sus actividades políticas, propuestas y proyectos de ley en el Parlamento han sido un fiasco y hasta ahora no han podido implementar su programa, sin embargo su apoyo se ha incrementado hasta el 10% (Focus, 2018). Es más, Kotleba, el líder del partido, ha anunciado su candidatura para las elecciones presidenciales de marzo de 2019.
Además del partido LSNS, el Slovak Revival Movement (Movimiento de Renacimiento Eslovaco, SHO por su sigla en eslovaco), actualmente registrado como una ONG, también ha logrado articular sus ambiciones políticas y su líder disputará las próximas elecciones presidenciales. En comparación con LSNS, el SHO está más orientado hacia el nacionalismo tradicional y aún no ha mostrado un fuerte potencial de movilización.
Existen otros grupos y comunidades del RWE no institucionalizados en Eslovaquia, cuyos repertorios y agendas varían. Algunos de ellos son radicales y se apegan a la ideología neonazi. Un ejemplo típico es Vzdor Kysuce – Resistencia Kysuce. Otros se centran en actividades online y producen una gran cantidad de material de desinformación sobre los temas antes mencionados. Crean un “submundo” activo en difundir y publicar mensajes extremistas a la población en general a través de Facebook y de plataformas de “noticias alternativas”.
Aspectos legales del extremismo en la legislación y en la práctica jurídica en Eslovaquia
En cuanto a la legalidad de las actividades del RWE, entre los actos delictivos que predominan se encuentran los discursos de odio hacia las minorías y el apoyo público a los movimientos extremistas (MV SR Criminal Statistics, 2017, 2018).
En 2017 el sistema eslovaco para la investigación y enjuiciamiento de los delitos extremistas fue considerablemente reformado: todos estos delitos ahora se asignan a un sistema de instituciones especializadas encargadas de combatir la corrupción y el crimen organizado.
Consecuentemente, el número de delitos extremistas oficialmente registrados aumentó rápidamente, y la falta de transparencia -típica en este tipo de delitos- disminuyó de manera significativa. Según las estadísticas oficiales, solo 30 casos de extremismo fueron registrados en 2015, en tanto que en 2018 el número escaló hasta los 159 casos (Ministerio del Interior de la República de Eslovaquia, 2018).
Conclusiones
Pese al aumento significativo en el proceso de detección y enjuiciamiento de delitos extremistas en Eslovaquia, la demanda social de políticas del RWE está en ascenso. Esta se manifiesta en el continuo apoyo a la fuerza extremista política dominante en Eslovaquia, el partido LSNS, pero también en las actitudes generales del público eslovaco hacia las minorías y hacia la democracia, así como en su frágil resistencia ante la desinformación.
De acuerdo a diversas encuestas, la tasa más alta de animosidad se reporta en relación a la minoría Roma, aunque también los judíos se encuentran en el mismo ámbito. Según una investigación de Globsec conducida en 2018, no menos del 52% de los eslovacos están convencidos de que los judíos tienen demasiado poder y que controlan secretamente el mundo. Asimismo, la investigación muestra que un sector relativamente importante del público eslovaco está de acuerdo con varias posturas de la extrema derecha; un 83,8% de los eslovacos (según investigaciones de OSF) confirmó que apoya los ideales de los extremistas, especialmente con relación a las minorías (OSF, 2012).
Frente a este panorama social, se puede dar por sentado que los instrumentos de Derecho Penal no serán suficientes por sí mismos para resolver el problema y es imperativo percibir este fenómeno como un problema social muy profundo, en gran medida coincidente con las tendencias presentes en otros países de la U.E.
Bibliografía
Milo, D.: Rasistický extrémizmus v Slovenskej republike, Ľudia proti rasizmu, Bratislava, 2005
Bihariová, I: Vývoj pravicového extrémizmu na Slovensku, Ľudia proti rasizmu, Bratislava 2013
Bútorová, Z – Mesežnikov, G: Zaostrené na extrémizmus, Inštitút pre verejné otázky, Bratislava 2017
Velšic, M: Mladí ľudia a riziká extrémizmu, Inštitút pre verejné otázky, Bratislava 2017
Rozsudok Najvyššieho súdu Slovenskej republiky 3 Sž 79/2005-54
Transparency International Slovensko: Rok župana Kotlebu alebo ako sa darí ĽSNS, Bratislava 2015
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Agentúra Focus, Volebné preferencie politický strán, available at: http://www.focus-research.sk
Ministerstvo vnútra SR, štatistiky kriminality 2017, 2018
Nadácia Otvorenej spoločnosti: Verejná mienka v oblasti extrémizmu. Výskumná správa, OSF, Bratislava 2012
GLOBSEC, GLOBSEC Trends 2018 Central Europe: One region different perspectives, https://www.globsec.org/wp-content/uploads/2018/05/GLOBSEC-Trends-2018.pdf