Occidente parece enfrentar una encrucijada en lo que se refiere a radicalización. Resulta extremadamente difícil predecir qué tipo de radicalización se proyectará como la peor amenaza en los próximos años: el yihadismo o la extrema derecha. No obstante, está claro que ambos movimientos se están potenciando entre sí. Existen razones para creer que el éxito inicial de los partidos políticos de extrema derecha en algunos países contribuyó a un aumento sin precedentes en la cantidad de combatientes terroristas extranjeros. De manera similar, la forma en que actualmente se está manejando el posible regreso de los combatientes extranjeros y sus familias, podría generar un caldo de cultivo para la siguiente ola de radicalización entre los musulmanes de Occidente.
Si el objetivo del terrorismo es minar seriamente a la sociedad, entonces el denominado Estado Islámico (EI) ha tenido éxito. Su habilidad para provocar miedo ha contribuido a la polarización de la sociedad que enfrentamos actualmente. Muchos países de Occidente sufren un crecimiento de los partidos políticos de extrema derecha, alimentado por una mezcla de temas relacionados con terrorismo y migración, que frecuentemente, con justa razón o sin ella, son relacionados en medio del debate. En muchos países los partidos centristas están adoptando líneas más duras, no sólo en temas relacionados con seguridad sino también en lo que respecta a identidad, ciudadanía y, en sus políticas hacia el islam.
Viraje hacia la derecha
De acuerdo a la reciente publicación del “Índice de terrorismo global”, el número de detenciones relacionadas con terrorismo de extrema derecha ha aumentado por tercer año consecutivo en Europa. [1] Incluso algunos respetados partidos políticos han empezado a retroceder respecto a algunas de sus ideas, adoptando un tono cada vez más duro. Pero resulta preocupante que principios considerados sagrados durante décadas estén siendo cuestionados ahora y no sólo por extremistas marginales. En Bélgica, el segundo partido político más grande del sector flamenco -el Vlaams Belang, de extrema derecha- se encuentra haciendo campaña contra la repatriación de los combatientes terroristas extranjeros. El partido afirma que dichos combatientes no pertenecen a Bélgica, sino a los dominios de Irak. [2] Y en Países Bajos, hasta el partido del primer ministro parece condonar la ejecución de sus propios ciudadanos. [3]
Esto constituye todo un logro para un grupo terrorista, y en términos de influencia sobre una sociedad, más perturbador aún que las víctimas ocasionadas. El denominado Estado Islámico se ha propuesto expresamente crear esta polarización, o según sus propias palabras, “eliminar las áreas grises”. [4] Si bien queda claro que los extremistas de ambos lados se benefician mutuamente entre sí, es motivo de preocupación que este círculo vicioso se esté desarrollando. Hay razones para creer que el éxito inicial de los partidos políticos de extrema derecha en algunos países contribuyó a la desproporcionada cantidad de combatientes extranjeros que marcharon a luchar en Siria e Irak. [5]
El caso de Bélgica
En Bélgica, que carga con la tasa per cápita más alta de combatientes extranjeros de Europa Occidental, esta posición se explica mejor por la presencia de dos organizaciones reclutadoras muy activas a tiempo de comenzar la guerra en Siria. ¿Pero por qué tuvieron tanto éxito estos reclutadores? No parecieran existir diferencias evidentes en comparación con países vecinos, como Países Bajos en términos de antecedentes socioeconómicos entre la población musulmana. Por otro lado, el argumento de que la integración fue más fácil para los extranjeros en Países Bajos también ha sido desmentido.
Sin embargo, una diferencia radica en que Bélgica cuenta con un partido político de extrema derecha bien establecido y altamente influyente. Cuando se creó, hace más de un cuarto de siglo, era conocido como Vlaams Blok. Posteriormente, en 1991 se triplicó en tamaño al conseguir 17 escaños (de apenas tres) y alcanzó su cúspide cuando consiguió cerca del 25% en las elecciones regionales en Flandes en 2004. Si bien el Vlaams Blok, rebautizado como Vlaams Belang en 2004, hasta la fecha no ha llegado a gobernar, durante décadas ha tenido gran impacto en el debate sobre la migración y el islam. Han dirigido mensajes de odio hacia la comunidad musulmana empleando carteles, imprimiendo panfletos que luego depositaban en sus buzones de correo e incluso a través de la televisión nacional. Como resultado, existe una generación completa de musulmanes belgas que no se sienten bienvenidos.
Un panorama desolador
Al estudiar a los yihadistas, queda en evidencia que el sentimiento de rechazo por la sociedad es una herramienta poderosa para reclutar. “Durante más de 50 años, los musulmanes han sido humillados y obligados a mendigar por los derechos más básicos, como lugares donde orar y donde realizar sacrificios rituales.” Esas fueron las declaraciones de Fouad Belkacem, el fundador de Shariah4Belgium, ante sus seguidores. “Aun cuando un musulmán belga hable los dos idiomas oficiales con fluidez, continuamente se estará exponiendo a ser tratado como sus abuelos durante la década de 1970”, continuó. [6] No es necesario mencionar que el contexto no ha mejorado en los últimos años. Si bien es de esperarse que la crueldad sin límites del Estado Islámico haya ahuyentado a una parte significativa de potenciales seguidores, en lo que respecta al rechazo, el panorama es tan desolador como siempre. Debemos entender cuán importante es, en un tiempo en que la amenaza inmediata de terrorismo en Occidente parece haber disminuido, manejar las declaraciones de una manera que no acabe empeorando las cosas.
Repatriación de combatientes extranjeros
El problema más importante en la actualidad es la futura repatriación de combatientes extranjeros y de sus familiares. La mayoría de especialistas es de la opinión que la opción menos peligrosa es repatriar y procesar a estas personas en el país. Mientras tanto, el argumento moral que los niños deban ser alejados de todo peligro está fuera de cualquier discusión razonable. Aun así, muchos Gobiernos occidentales se rehúsan a actuar, esgrimiendo todo tipo de excusas para mantener lejos a estas personas, incluyendo a los niños. Tal como se predijo hace mucho tiempo, sus políticas de negación están desembocando en un caos terrible. Muchos de estos combatientes detenidos y sus familias han escapado, lo que significa que se han perdido valiosas fuentes de información y que individuos potencialmente peligrosos deambulan ahora libremente.
Además de la ética y la seguridad, existe otro argumento -rara vez mencionado- a favor de la repatriación. Al no cumplir ésta, estaríamos confirmando que estas personas serían en efecto ciudadanos de segunda clase, sin derecho a los principios y procedimientos regulares. Al negar a estos niños el derecho elemental a la vida, y a los adultos el derecho a un juicio justo, estaríamos confirmando que ellos en verdad nunca fueron miembros de nuestra sociedad en su integridad.
¿Qué provocará una mayor radicalización en la próxima generación de potenciales reclutas yihadistas: prohibir pañuelos sobre la cabeza u obstaculizar la construcción de mezquitas? ¿O lo hará el permitir que sus sobrinas y sobrinos de cinco años de edad mueran como animales, y desconocer que nuestro repudio hacia la pena de muerte debería beneficiar también a sus hermanos y hermanas? “Yo sé cómo se hacen los terroristas”, escribió recientemente un antiguo jefe de seguridad nacional danés. “Sé cómo se crea el odio y el deseo de venganza. Y eso es exactamente lo que estamos promoviendo.” [7]
Referencias
[1] Institute for Economics & Peace. Global Terrorism Index 2019: Measuring the Impact of Terrorism, Sydney, Noviembre de 2019, Disponible en: http://visionofhumanity.org/app/uploads/2019/11/GTI-2019web.pdf
[2] Truyts Philippe, Vlaams Belang start petitie: “IS-terroristen horen niet thuis in onze stad, maar aan de galg in Syrië of Irak”, hln.be, 14 de noviembre de 2019, Disponible en: https://www.hln.be/in-de-buurt/antwerpen/vlaams-belang-start-petitie-is-terroristen-horen-niet-thuis-in-onze-stad-maar-aan-de-galg-in-syrie-of-irak~a61074cc/
[3] Zuidervaart Bart, VVD vindt doodstraf voor Nederlandse IS’ers acceptabel, Trouw, 7 de noviembre de 2019, at Disponible en: https://www.trouw.nl/politiek/vvd-vindt-de-doodstraf-voor-nederlandse-is-ers-acceptabel~ba00a6bd/
[4] Hussain Murtaza, Islamic State’s Goal: “Eliminating the Grayzone” of coexistence between Muslims and the West, The Intercept, 17 de noviembre de 2015, Disponible en: https://theintercept.com/2015/11/17/islamic-states-goal-eliminating-the-grayzone-of-coexistence-between-muslims-and-the-west/
[5] Van Vlierden Guy, Molenbeek and Beyond. The Brussels-Antwerp axis as Hotbed of Belgian Yihad. In Varvelli Arturo (Ed.), Yihadist Hotbeds. Understanding Local Radicalization Processes, ISPI Milano, 15 de julio de 2016, Disponible en: https://www.ispionline.it/it/pubblicazione/yihadist-hotbeds-understanding-local-radicalization-processes-15418
[6] Van Ostaeyen Pieter, Statement by Fouad Belkacem Sharia4Belgium, pietervanostaeyen.com, 20 de septiembre de 2014, Disponible en: https://pietervanostaeyen.com/2014/09/20/statement-by-fouad-belkacem-sharia4belgium/
[7] Bonnichsen Hans Jørgen, Debat: Højrefløjens mørke sniger sig ind på midten, Århus Stiftstidende, 25 de noviembre de 2019, Disponible en: https://stiften.dk/artikel/debat-h%C3%B8jrefl%C3%B8jens-m%C3%B8rke-sniger-sig-ind-p%C3%A5-midten