Esta es la segunda parte de la entrevista. Puede encontrar la Parte 1 aquí.
Petter Nesser es investigador senior del Grupo de Investigación sobre Terrorismo del Instituto de Investigación de la Defensa Noruega. Es autor de “Terrorismo islamista en Europa: una historia (“Islamist Terrorism in Europe: A History”. C. Hurst & Co. 2015).
Es politólogo, historiador y arabista formado en la Universidad de Oslo (UiO) y en la Universidad Americana de El Cairo (AUC). El Dr. Nesser ha dirigido extensas investigaciones sobre yihadismo europeo por más de una década, centrándose en las razones y las formas en que nacen las células terroristas y el modo en que operan.
S.B.: Ud. tiene una visión cíclica de la historia del yihadismo en Europa: olas de ataques son seguidas por una merma cuando los Estados responden con medidas más duras, sólo para reiniciarse años más tarde a un nivel mayor. ¿Qué similitudes y diferencias prevé Ud. entre las oleadas anteriores y el futuro próximo?
P.N.: Si bien hemos visto un descenso en los planes este 2018, el número es más alto que cualquier año anterior a 2015. Nadie puede predecir el futuro, pero con niveles de planes de ataques todavía elevados, y a la luz de los reportes de autoridades europeas sobre un significativo aumento de extremistas islamistas, me preocupa que vayamos a ver una nueva oleada más adelante. Si esa ola superará o no a la que vivimos desde 2014 hasta 2017 es difícil de saberlo. Los servicios de seguridad europeos deben haber aprendido mucho de su experiencia con la amenaza de EI. Pareciera que cooperan mejor y están mejor equipados para lidiar con dicha amenaza.
La campaña de ataques de EI en Europa mostró claramente que esta amenaza es transnacional y que los autores interactúan con yihadistas en las zonas de conflicto. Es crucial interrumpir esta dinámica transnacional para mantener esta amenaza bajo control.
Lo que puede caracterizar la amenaza futura es que los yihadistas se adapten a contramedidas más duras volviéndose menos visibles y explotando nuevas tecnologías para reclutar, entrenar y dirigir a los atacantes. La tendencia de reclutar y dirigir terroristas mediante aplicaciones encriptadas como Telegram es parte de tal desarrollo. En el pasado, los terroristas formaban células reuniéndose con la gente cara a cara. Hoy en día, y aún más en el futuro, esto probablemente ocurra online.
El análisis de planes desarticulados también señala el aumento del interés en emplear drones y agentes químicos o biológicos para los ataques.
Así que, en general, estimo que la amenaza en el futuro siga las mismas líneas, pero con mayor sigilo y con nuevos usos de la tecnología.
S.B.: Los llamados “combatientes extranjeros terroristas de regreso” (CETR) y los reclusos que se encuentran hoy en prisión en Europa por delitos relacionados con terrorismo pero que serán liberados en el futuro, representan dos amenazas alarmantes e interconectadas. ¿Cuál es la relación entre estos dos grupos y cómo se prevé que evolucionen?
P.N.: El gran número de combatientes extranjeros europeos significa que, hoy más que nunca, existen más puntos de contacto entre yihadistas en Europa y sus contrapartes en zonas de conflicto. Asimismo, en zonas de conflicto, los yihadistas de distintos países de Europa también desarrollaron relaciones transnacionales entre ellos mismos.
Los combatientes extranjeros son un grupo bastante diverso de gente que viajó por diferentes razones, como ser la desesperación ante las atrocidades y el deseo de unirse a esfuerzos humanitarios, al menos durante las primeras etapas del conflicto en Siria. Me preocupan más aquellos que viajaron a través de redes yihadistas, como ser Sharia4, para unirse a EI. Probablemente sólo una minoría de los que retornen formarán parte del terrorismo internacional en el futuro, pero aquellos que sí lo hagan serán capaces de provocar mucho daño.
Si echamos un vistazo a estas redes, encontraremos que comprenden tanto a veteranos del yihadismo europeo como a una mayoría de jóvenes que ha sido reclutada durante la movilización en Siria. Existe una continuidad histórica en las redes yihadistas europeas, en cuanto a cómo los combatientes extranjeros y terroristas de la décadas de 1990 y 2000 actúan como organizadores en las redes actuales. Este patrón se encuentra en diferentes países de la región. Observamos a gente que ha sido condenada por actividades terroristas en Europa durante la década de 2000 apareciendo en Siria, Irak y otros lugares, y vemos a esos veteranos ejercer influencia sobre gente involucrada con planes vinculados con EI en Europa. Fueron yihadistas que pasaron tiempo en campos y albergues de al-Qaeda y del GIA (Grupo Islámico Armado ) en Afganistán durante la última parte de los ochenta quienes construyeron las redes yihadistas de Europa durante los primeros años de la década de los noventa. Si la historia se repite, algunos de los combatientes extranjeros de hoy se convertirán en los organizadores de las redes de mañana en Europa.
En cuanto a las prisiones, éstas han sido históricamente importantes para la movilización de yihadistas europeos. Existen múltiples ejemplos de veteranos que tras ser detenidos, radicalizan a sus compañeros de prisión y los instigan a unirse al yihadismo como combatientes extranjeros o como terroristas. Existen también ejemplos de veteranos convictos que regresan a las redes terroristas y retoman sus planes terroristas una vez liberados. Ser condenado a prisión por luchar por lo que consideran una guerra religiosa, es visto como un sacrificio y les proporciona estatus en el entorno yihadista.
S.B.: Para concluir, una pregunta concerniente al islam: Ud. es un experto tanto sobre el yihadismo como sobre el islam en Europa. ¿Cuál es su definición personal de islamismo? ¿Cuáles son las principales características del islamismo en Europa y cuál es su papel en la dinámica contemporánea de radicalización?
P.N.: Yo utilizo el término “islamismo” para todos los movimientos que desean que la sociedad sea regida por la ley islámica. Sin embargo, los movimientos islamistas difieren en la forma de cómo alcanzar ese objetivo. La mayor parte del movimiento de la Hermandad Musulmana trabaja políticamente y a través de la educación para preparar los cimientos para una futura implementación de la ley islámica. Pero algunas ramas, como Hamas, recurren a la violencia. Los salafistas, en principio, se oponen a la política y a las leyes hechas por el hombre, pero en la práctica algunos grupos salafistas en países como Egipto también han participado en elecciones. En cuanto a los yihadistas salafistas, ellos se apartan de la política y optan por la lucha armada.
En resumen, algunas partes del movimiento están inspiradas por la Hermandad Musulmana y se muestran abiertas a alguna forma de compromiso político bajo determinadas circunstancias. Otras partes, no obstante, son muy dogmáticas y extremas, rechazando toda forma de actividad política. Luego tenemos los movimientos apolíticos más introvertidos que se enfocan únicamente en el culto y en la da’wa, como el Tabligh.
Todas estas tendencias se encuentran presentes en Europa, pero mi trabajo se concentra en los yihadistas. No he buscado sistemáticamente conexiones entre ellas. En mis estudios sobre redes y células terroristas he notado que algunos organizadores han sido políticamente activos y han estado involucrados con otras corrientes islamistas antes de convertirse en yihadistas. Pero no estoy seguro sobre si ello incidió en su decisión de unirse a grupos yihadistas violentos o, en tal caso, cómo lo hizo. Al mismo tiempo, entre aquellos que fueron reclutados como soldados comunes mediante las redes yihadistas europeas, muchos tienen poca experiencia en activismo político o religioso, e incluso muchos de ellos son conversos al Islam.
Otra cosa que noté es que durante las décadas de 1990 y 2000 algunos de los que viajaron a campos yihadistas en Afganistán y Paquistán, aprovecharon la infraestructura de movimientos como el Tabligh, declarando que estaban acudiendo a escuelas religiosas. Obtuvieron ayuda para conseguir pasajes de avión y alojamiento, por ejemplo, y también encontré casos de personas que estuvieron involucradas en actividades violentas en Europa, tal es el caso de los autores de los ataques de Londres de 2005, que participaron activamente en beneficencias islámicas antes de convertirse en yihadistas. Creo que podríamos llevar a cabo una investigación más sistemática sobre cómo la gente da el salto desde otra corriente islamista hacia el yihadismo.