Luego que sus ambiciones políticas en Oriente Medio se desplomaran, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan parece haber desviado su atención hacia África del Norte. Aunque fue originalmente publicitado como una asociación principalmente comercial, han comenzado a surgir indicios de cooperación militar en las relaciones turco-africanas, provocando interrogantes alrededor del mundo. Erdogan había colocado en un principio todo su peso en apoyo al Gobierno del miembro de la Hermandad Musulmana Mohammad Morsi, el presidente electo de Egipto que fue derrocado por el general Abdul Fattah al-Sisi en el verano de 2013. Entonces volcó su atención hacia Sudán y Libia, donde brinda apoyo al primer ministro Fayez al-Sarraj, vinculado a la Hermandad, a través de mercenarios de Siria. Actualmente, Erdogan afirma estar planificando exploración de petróleo en Somalia. [1]
La política reciente de Turquía en África
Erdogan ha invertido mucho en el Cuerno de África desde su llegada al poder en 2003. Muchos Estado africanos fueron colonias del Imperio Otomano, que Erdogan espera restablecer cultural, económica, militar y políticamente a través de políticas con frecuencia descritas como “neo-otomanismo”.
“Como todo pseudo-sultán o líder megalomaníaco, [en el caso de Turquía] Erdogan desea restablecer el Imperio Otomano”, declaró Joseph Kéchichian, investigador asociado del Centro Rey Faisal para la Investigación y Estudios Islámicos con sede en Riad. En diálogo con European Eye on Radicalization (EER), añadió: “No se da cuenta que tales hazañas ya no son posibles, aunque uno deba calificarlo con un 10 por el esfuerzo.” Somalia, precisó Kéchichian, “es tan sólo otra pieza en su tablero, junto con Eritrea, Yibuti y cualquier otro punto que pueda ocurrírsele.” Turquía cuenta actualmente con 41 embajadas (contaba con sólo 12 en 2003) y Turkish Airlines llega a 58 destinos en ese continente, muchos más que los 14 que tenía en 2011. [2] La Agencia de Cooperación y Coordinación Turca ha abierto 22 oficinas a lo largo del continente, junto con mezquitas administradas por predicadores formados en Turquía. Cerca de 4.500 estudiantes africanos becados se encuentran estudiando actualmente Turquía. El comercio bilateral se ha quintuplicado con el Gobierno de Erdogan, alcanzando la impresionante suma de 26.000 millones de dólares, que el presidente turco promete que llegará a los 50.000 millones. [3]
Según el Instituto Turco de Estadística, las exportaciones turcas a África alcanzan actualmente los 15.800 millones de dólares, mientras que las importaciones rondan los 5.600 millones de dólares. [4] El Consejo de Negocios turco-africano añade que las inversiones directas de Turquía en África se ubican en los 6.200 millones de dólares, muy por encima de los 100 millones registrados en 2003. [5] Se trata de un número bajo en comparación con otros inversionistas en África. Las inversiones chinas alcanzan los 72.000 millones de dólares, las estadounidenses los 31.000 millones, las provenientes de Emiratos Árabes Unidos (EAU) los 25.000 millones y las británicas los 17.000 millones, cifras que Erdogan espera igualar y, en algún momento, superar. [6]
Durante una declaración en Gabón en 2015, Erdogan indicó: “África pertenece a los africanos, nosotros no estamos aquí en busca de vuestro oro” describiendo a los turcos como “auténticos amigos” -a diferencia de las potencias colonizadoras europeas- y que respetan la historia, cultura, tradiciones y lenguas africanas. Desde entonces, Turquía ha estado construyendo activamente puentes y caminos a lo largo del continente, abriendo guarderías en Níger, refugios para mujeres en Camerún y centros de formación vocacional en Madagascar.
En 2005, Turquía obtuvo el estatus de observador en la Unión Africana, durante los primeros años del Gobierno de Erdogan. Tres años más tarde, él mismo organizó la primera cumbre turco-africana, a la que asistieron 50 líderes africanos, en procura de explorar oportunidades de desarrollo y comercializar el modelo económico turco para los Estados africanos en vías de desarrollo. Un objetivo extraoficial de Erdogan era también erradicar gradualmente la influencia de Fethullah Gulen, un predicador y académico islámico con sede en los EE.UU., que dirige una serie de escuelas e instituciones por toda África. Éstas han sido extremadamente molestas para el presidente turco, especialmente tras el fallido intento de golpe de Estado de julio de 2016, que él atribuye a Gulen.
Veintinueve Estados africanos han respondido favorablemente a los deseos de Erdogan, clausurando las escuelas vinculadas a Gulen en esos países, las que están siendo reemplazadas por otras vinculadas a la Fundación Maarif, administrada por el Estado turco, que publicita la visión de Erdogan y de la Hermandad Musulmana sobre el islam. Tan sólo Senegal clausuró más de una docena de escuelas de Gulen, que alguna vez albergaron alrededor de 3.000 estudiantes, mientras que Sudáfrica clausuró once escuelas que acogían a 2.800 estudiantes. El ejemplo fue seguido por Angola, y más tarde por Ruanda, Etiopía, Mali, Tanzania, Benín, Níger, Madagascar, Zambia y Ghana. [7]
Apertura hacia Sudán
En diciembre de 2017, el presidente turco suscribió un tratado con el entonces presidente Omar al-Bashir, confiriendo a Turquía derechos exclusivos para rehabilitar la isla portuaria de Suakin al noreste de Sudán, con derechos de puerto para naves civiles y militares turcas en la costa oeste del Mar Rojo.
Suakin operó otrora como puerto otomano, transfiriendo peregrinos que cruzaban el Mar Rojo hacia La Meca, antes de ser cedido por la fuerza a los británicos en la década de 1880.
El acuerdo sobre Suakin era tan sólo parte de un tratado firmado con Sudán ese invierno, que incluía además la renovación de los edificios históricos de la isla, construyendo un nuevo aeropuerto en Jartum, invirtiendo en la producción sudanesa de algodón, la generación de electricidad y silos para el almacenamiento de granos.
Arabia Saudita no fue indiferente, argumentando que Suakin se encontraba peligrosamente cerca de la ciudad portuaria de Yeda, aproximando a Turquía hacia su frontera marítima, además de añadir que Erdogan carecía de fondos para tales proyectos (un costo estimado de 650 millones de dólares). Según ellos, él habría estado planeando obtener ese dinero de Catar, en abierta confrontación con Arabia Saudita debido a su apoyo continuo a favor de la proscrita Hermandad Musulmana.
En busca de un acercamiento hacia Somalia
La inversión en Sudán llegó en la misma época en que Erdogan colocaba mucho dinero en Somalia: mejorando infraestructuras, renovando escuelas, entrenando soldados y enviando dinero de ayuda para ayudar a los habitantes a enfrentar una devastadora hambruna del 2011. Erdogan llegó a un país azotado por la guerra civil, ofreciendo una mano solidaria que las autoridades somalíes aceptaron con gratitud.
Erdogan ha construido caminos, puertos y centros pesqueros en Somalia, y enviado un gran número de expertos turcos para auxiliar con capacidad de construcción al Gobierno somalí. Turkish Airlines brinda dos viajes semanales a Mogadiscio, y los diplomáticos turcos han intermediado en las negociaciones entre Somalia y la separatista república de Somaliland.
Erdogan incluso ha nombrado un enviado especial en sus esfuerzos por la reconciliación, Olgan Beker, sentando un precedente en la política exterior turca. [8] Los fondos que envío al presidente Mohammad Famajo fueron utilizados para entrenar a grupos paramilitares, ya sea para combatir a terroristas locales e insurgentes, o para desestabilizar Somaliland, cuando sea necesario. [9]
Beneficios económicos de Somalia
Erdogan empezará a perforar en busca de petróleo ahora que Somalia adoptó una nueva ley petrolera, abriendo 15 cupos para compañías petroleras extranjeras, cubriendo una superficie total de aproximadamente 7.500 millas cuadradas. [10] Una empresa británica –Spectrum Geo- ya se encuentra trabajando en Somalia, recolectando datos sísmicos en preparación de las perforaciones petroleras. [11] La oferta somalí para Ankara llega poco después que Turquía firmase un tratado marítimo con Libia y llevase adelante una investigación minera con Nigeria. Somalia no produce petróleo actualmente, pero los expertos creen que el país podría contar con hasta 2.700 millones de barriles de petróleo entre sus reservas de agua. [12] Parte del área aguas adentro que se espera explotar, un total de 100.000 km2, está en disputa con Kenia, lo cual podría complicar las ambiciones turcas.
El comercio bilateral entre Turquía y Somalia llegó a los 206 millones de dólares en 2019, superando los 144 millones de 2017. [13] En 2011, Erdogan fue el primer líder no-africano en visitar Somalia después de 20 años, y luego en septiembre de 2017, inauguró una base militar turca en Mogadiscio, con un costo de 50 millones de dólares, con el objetivo de entrenar 10.000 soldados somalíes. [14]
La base militar turca en Somalia se extiende a través de 400 hectáreas en la capital somalí, cerca de su aeropuerto principal, y comprende tres escuelas, complejos habitacionales y depósitos de armas, manejados por 200 oficiales y entrenadores turcos. [15] Semejante presencia militar turca es preocupante, teniendo en cuenta que Somalia tiene costa hacia el Golfo de Adén y el estratégico estrecho Bab al-Mandeb, otorgando a Erdogan fácil acceso hacia el conflicto en Yemen, donde Arabia Saudita y los EAU tienen mucho en juego.
Contraterrorismo
Erdogan confía impulsar el sector armamentista de su país a través de África, vendiendo drones, helicópteros, rifles y aeronaves de entrenamiento fabricados en Turquía, y Somalia tiene muchas razones para adquirir tales equipos. El Gobierno somalí se enfrenta actualmente a la amenaza de Harakat al-Shabab al-Mujahideen (HSM), conocido a veces simplemente como Al-Shabab, un grupo terrorista vinculado a Al-Qaeda.
Dos días antes que se anunciase el acuerdo para la explotación de petróleo, un coche bomba fue detonado en la ciudad de Afgoye, al sudoeste de la capital somalí. Quince personas resultaron heridas, incluyendo unos ingenieros turcos. Al-Shabab se atribuyó la responsabilidad por el ataque a través de su medio de comunicación, Radio Andalus, declarando: “Teníamos por objetivo a los hombres turcos y a las fuerzas somalíes que los acompañaban”. [16] Éste no fue el primer ataque de este tipo contra la presencia turca en Somalia.
En octubre de 2011, una explosión en Mogadiscio mató a más de 70 somalíes, teniendo como objetivo a estudiantes que hacían fila para postular a becas turcas, y en julio de 2013, un coche cargado con dinamita impactó contra una oficina utilizada por el personal de la embajada turca en la capital somalí, matando a tres personas. Días antes de una visita del presidente Erdogan a Mogadiscio, un atacante suicida se detonó en las puertas del hotel que luego alojaría al presidente turco en enero de 2015. Un portavoz de Al-Shabab publicó una declaración indicando que: “La OTAN utiliza a Turquía como martillo para aplastar a los musulmanes.” Un año más tarde, dos militantes de Al-Shabab asesinaron a un ingeniero turco que trabajaba para una agencia de cooperación en Mogadiscio.
Existen, por lo tanto, beneficios mutuos para el Gobierno somalí y para Erdogan en la expansión de su cooperación en el área de seguridad y compra de armamento turco por parte de Mogadiscio. Si Somalia, o cualquier otro país, llegase a incumplir el pago de dicho equipamiento, Erdogan estaría más que dispuesto a aceptar pagos en especie, derechos de explotación petrolera, por ejemplo.
Referencias
[1] “Erdogan says Somalia invited Turkey to explore for oil offshore” Al-Jazeera (21 de enero de 2020). Disponible en: https://www.aljazeera.com/news/2020/01/erdogan-somalia-invited-turkey-explore-oil-offshore-200121063247049.html
[2] Akca, Asya. “Neo-Ottomanism: Turkey’s foreign policy approach to Africa” Center for Strategic and International Studies (8 de abril de 2019). Disponible en: https://www.csis.org/neo-ottomanism-turkeys-foreign-policy-approach-africa
[3] Kazanci, Hamdan. “Erdogan embarks on 3-country Africa tour” Anadolu Agency (26 de enero de 2020). Disponible en: https://www.aa.com.tr/en/turkey/erdogan-embarks-on-3-country-africa-tour/1714288
[4] Tastekin, Fehim. “Is France irked by Erdogan’s passion for Africa?” Al-Monitor (6 de febrero de 2020). Disponible en: https://www.al-monitor.com/pulse/originals/2020/02/turkey-egypt-libya-africa-year-erdogans-passion-irks-france.html
[5] Ibid.
[6] Ibid.
[7] Akca, “Neo-Ottomanism: Turkey’s foreign policy approach to Africa”.
[8] Vertin, Zach. “Turkey and the new scramble for Africa: Ottoman designs or unfounded fears?” Brookings Institute (19 de mayo de 2019). Disponible en: https://www.brookings.edu/research/turkey-and-the-new-scramble-for-africa-ottoman-designs-or-unfounded-fears/
[9] Al-Mutairi, Abdulaziz. “Is Somalia’s current president misusing Turkish assistance to Somalia” MENA FN (16 de febrero de 2020). Disponible en: https://menafn.com/1099711654/Is-Somalias-Current-President-Misusing-Turkish-Assistance-to-Somalia
[10] Ekpo, Damilola. “What you should know about Somalia’s recent oil exploration offer to Turkey” Africa Ventures (23 de enero de 2020). Disponible en: http://venturesafrica.com/further-delay-in-oil-sector-reform-could-be-costly-for-the-nigerian-economy/
[11] Kalehsar, Omid Shokri. “Turkey’s focus on Africa: Energy security, political influence, and economic growth” United World (17 de febrero de 2020) Disponible en: https://uwidata.com/8052-turkeys-focus-on-africa-energy-security-political-influence-and-economic-growth/
[12] Ibid.
[13] “Somalia gives Turkey a ‘carte blanche’ for oil exploration” Middle East Monitor (21 de enero de 2020). Disponible en: https://www.middleeastmonitor.com/20200121-somalia-gives-turkey-carte-blanche-for-oil-exploration/
[14] Akca, “Neo-Ottomanism: Turkey’s foreign policy approach to Africa”.
[15] Shay, Saul. “Between Ankara and Mogadishu” International Institute for Counter-Terrorism (23 de enero de 2020). Disponible en: https://www.ict.org.il/Article/2491/Between_Ankara_and_Mogadishu#gsc.tab=0
[16] Ibid.